Advertencias y más tensión entre Ucrania y Rusia en el aniversario de la recuperación de Bucha

31 de marzo, 2023 | 15.29

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo hoy que "no habrá perdón" para "el mal ruso", durante una visita a Bucha, en el primer aniversario de la recuperación de la ciudad epicentro de una masacre de civiles por la que Kiev y sus aliados occidentales acusan a Rusia, que hoy elevó el tono y anunció una nueva política exterior que considera a Estados Unidos y Occidente "amenazas existenciales".

"Vamos a ganar, es seguro. El mal ruso caerá, justamente aquí en Ucrania, y ya no será capaz de levantarse de nuevo", afirmó Zelenski ante los primeros ministros croata Andrej Plenkovic, eslovaco Eduard Heger, esloveno Robert Golob, y la presidenta moldava Maia Sandu.

Poco antes, en su perfil de Telegram, el mandatario había asegurado que su país "nunca" perdonará a Rusia.

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"Bucha y el distrito de Bucha. 33 días de ocupación. Más de 1.400 muertes, incluidos 37 niños", escribió en un breve mensaje publicado en su canal de la red social, que acompañó con un video con imágenes de la ciudad antes de ser invadida y tras el paso de los rusos por ella.

Han pasado "365 días desde que es una ciudad ucraniana libre otra vez", apuntó, citado por la agencia de noticias AFP.

"En estas calles de Bucha, el mundo vio el mal ruso, el mal en estado puro" que "el Kremlin buscaba llevar a otras calles de Ucrania, de Europa y del mundo, que los invasores rusos hubieran podido capturar", enfatizó.

"Hubieran podido hacerlo si no fuera por nosotros, si no fuera por los ucranianos. Pueblo ucraniano, ustedes han detenido la mayor fuerza antihumana de nuestro tiempo. Han detenido el poder que desprecia y que pretende destruir todo lo que da sentido al ser humano", agregó Zelenski.

El 31 de marzo de 2022, el ejército ruso se retiró de esta localidad y de todo el norte de Kiev, un poco más de un mes después de iniciar una ofensiva a gran escala contra Ucrania.

Dos días después de la retirada, un equipo de periodistas denunció que había encontrado en Bucha los restos carbonizados de vehículos, casas destruidas y cadáveres de 20 hombres vestidos de civil, uno de ellos con las manos atadas a la espalda, imágenes que conmocionaron al mundo y por las que Ucrania y los países occidentales denunciaron crímenes de guerra.

Rusia, que siempre negó estar implicada y denuncia un montaje, elevó hoy el tono de la disputa y anunció una modificación de su estrategia de política exterior, que a partir de ahora considerará a Estados Unidos y Occidente como "amenazas existenciales" para Moscú.

"Hoy firmé un decreto que aprueba el concepto actualizado de la política exterior de la Federación de Rusia", dijo el presidente Vladimir Putin durante una reunión con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad ruso, en el que puntualizó que este nuevo concepto "constituirá la base de las acciones prácticas a medio y largo plazo".

"La naturaleza existencial de las amenazas a la seguridad y desarrollo de nuestro país impulsadas por acciones de países inamistosos es reconocida" en la nueva política, clarificó por su parte el canciller Serguei Lavrov, quien agregó que EEUU y sus aliados llevan adelante una "guerra híbrida" contra Moscú.

En el frente, los combates siguen librándose sobre todo en el este de Ucrania, alrededor de la ciudad de Bajmut, que los rusos llevan meses intentando conquistar durante meses a costa de grandes bajas.

Kiev admitió hoy que solo controla un tercio de la localidad, pero prepara una contraofensiva, apostando sobre el agotamiento de las tropas rusas.

En Bielorrusia, en tanto, el presidente, Alexandr Lukashenko, aliado de Rusia, lanzó hoy un encendido discurso en el que, por un lado, pidió una "tregua" en Ucrania y negociaciones "sin condiciones previas", pero paralelamente advirtió que sería "extremadamente peligrosa" una contraofensiva ucraniana, además de confirmar que Minsk "está listo para albergar las armas nucleares estratégicas rusas" en su territorio,

"Debemos parar ahora, antes de que empiece la escalada. Me arriesgo a sugerir el cese de las hostilidades para declarar una tregua", dijo Lukashenko, en el poder desde 1994, durante su discurso a la nación y al Parlamento.

También calificó de "extremadamente peligrosa" la idea de una contraofensiva por parte de las fuerzas ucranianas en el marco de la invasión rusa y aseguró temer una guerra nuclear por el apoyo occidental a Kiev.

Pese a esta preocupación, y en el mismo discurso, el mandatario dijo estar listo para albergar armas nucleares estratégicas de Rusia en su territorio, además de las armas tácticas que Moscú se dispone a enviar a este país aliado.

"Será necesario que Putin y yo decidamos e introduzcamos aquí, si fuera necesario, armas estratégicas", dijo en referencia a misiles de largo alcance. "No nos detendremos ante nada a la hora de defender nuestros países, nuestros Estados y nuestro pueblo", declaró el mandatario.

Mientras tanto, China, que nunca denunció la invasión y la semana pasada mostró su sintonía con Moscú con la visita a Rusia del presidente Xi Jinping, trata de presentarse como mediador neutral.

Beijing desveló en febrero un plan para una solución política, que reclamaba diálogo y respeto a la integridad territorial de todos los países y rechazaba el uso o la amenaza de recurrir a armas nucleares.

Las potencias occidentales lo ven con escepticismo y advierten a China sobre cualquier tentación de entregar armas a Rusia.

El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, de visita en la capital china, mostró interés en propuesta presentada por Xi, si bien le instó a tener en cuenta la opinión de Kiev.

"He animado al presidente Xi a que pueda mantener una conversación con el presidente Zelenski para conocer de primera mano el plan de paz del gobierno ucraniano", dijo Sánchez, que en julio asumirá la presidencia semestral de la Unión Europea (UE).

El presidente francés, Emmanuel Macron, que viajará al gigante asiático la semana próxima, alertará a Xi de que apoyar militarmente a Rusia en su ofensiva en Ucrania sería una "decisión funesta", indicó hoy la Presidencia francesa.

Con información de Télam