La explosión en la mina de Amsara, ubicada en la costa del mar Negro, conmocionó a todo el país. De los 110 trabajadores que se encontraban dentro, la mayoría logró salir. 28 quedaron heridos, otros 12 quedaron atrapados y 41 fallecieron. Fue el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el que anunció este sábado que el último trabajador rescatado fue hallado muerto.
"Nuestra prioridad era encontrar a los mineros en la galería. Hemos llegado finalmente al último. También fue encontrado muerto, lo que eleva el número de decesos a 41 trabajadores", declaró el jefe de Estado presente en el lugar de la explosión. De esta manera, los brigadistas pusieron fin a las operaciones de rescate 20 horas después de la tragedia ocurrida en el noroeste del país. "58 mineros pudieron salvarse por su cuenta, o fueron rescatados por los equipos", declaró el ministro del Interior, Suleyman Soylu, que viajó también al lugar de los hechos.
En el momento del estallido, una explosión de grisú según las autoridades, ocurrida el viernes a las 18.15 locales (15.15 GMT), había dentro más de 110 mineros. "Nuestras instancias judiciales investigarán todos los aspectos de este accidente terrible que nos ha devastado. Ninguna negligencia dejará de tener consecuencias", aseguró el mandatario turco y prometió desde su cuenta de Twitter una investigación a fondo.
Igualmente prometió que el Estado "protegerá a las familias" de las víctimas, cuyos funerales estaban siendo ya celebrados este sábado en los pueblos vecinos.
Ayer, la televisión local mostró imágenes de centenares de personas, muchas de ellas llorando, frente a un edificio blanco dañado cerca de la entrada de la mina.
En las tareas de rescate participaron los propios mineros: "Hemos sacado los cadáveres de nuestros compañeros, es una cosa horrible para nosotros", dijo uno de ellos en entrevista con el canal privado turco NTV.
"No sé qué pasó. Hubo una presión repentina y no pude ver nada", dijo a la agencia de prensa estatal Anadolu un minero que pudo salir de los túneles por sus propios medios. En imágenes difundidas por la televisión local se veía, además, a los paramédicos dando oxígeno a los mineros que habían salido y luego llevándolos a los hospitales más cercanos.
Las galerías accidentadas se encuentran a 300 y 350 metros bajo el nivel del mar. Los accidentes laborales son frecuentes en Turquía, donde el fuerte desarrollo económico de la última década a menudo se ha producido a expensas de las normas de seguridad, especialmente en la construcción y la minería.
El país sufrió su peor desastre en 2014, cuando 301 trabajadores murieron en una explosión en una mina de carbón en la ciudad de Soma, en el oeste del país.
Con información de Télam.