El príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman, viajará a Turquía el próximo miércoles, en una visita oficial que cierra tres años y medio de tensiones tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Estambul.
El príncipe será recibido en el palacio presidencial, en Ankara, informó el presidente turco, Recep Tayipp Erdogan.
Se prevé que ambos países firmen varios acuerdos durante el viaje, según una fuente oficial citada por la agencia de noticias AFP que pidió preservar su identidad.
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Esta primera visita, que se esperaba hace meses, es el primer desplazamiento del príncipe a Turquía desde el asesinato y desmembramiento en el consulado de Riad en Estambul del periodista saudita Jamal Khashoggi en octubre de 2018.
La muerte del reportero, un duro crítico del reino, conmocionó al mundo y tensó los vínculos entre estas potencias regionales rivales.
Pero a fines de abril, Erdogan visitó Arabia Saudita y se reunió con el príncipe heredero antes de desplazarse a La Meca con motivo del Ramadán.
En ese viaje, Erdogan y el príncipe saudita discutieron en la ciudad de Yedá "los medios para desarrollar" las relaciones entre ambos países.
El caso Khashoggi congeló durante más de tres años las relaciones entre Turquía y Arabia Saudita, que ya eran muy tensas desde el bloqueo decretado por los sauditas contra Qatar, un aliado de Ankara.
Khashoggi, que residía en Estados Unidos y colaboraba con el diario The Washington Post, fue asesinado y desmembrado en el consulado del reino en Estambul el 2 de octubre de 2018 y sus restos nunca fueron encontrados.
El periodista había acudido al consulado para conseguir un papel necesario para casarse con su novia turca.
Tras la conmoción generada por el crimen, Erdogan dijo que estuvieron implicados "los más altos niveles" del Gobierno saudita. Esto, junto a la apertura de una investigación local, el proceso judicial y los detalles entregados a la prensa internacional causaron indignación en el reino.
En medio de la pugna diplomática, Arabia Saudita estrechó sus lazos con los rivales de larga data de los turcos como Grecia y Chipre.
A principios de abril, la justicia turca cerró el proceso por el asesinato del periodista y dejó el caso en manos de las autoridades sauditas, abriendo una vía para un acercamiento entre ambos países.
Tras un opaco proceso judicial en Arabia Saudita, cinco personas fueron condenadas a muerte y tres a penas de prisión, pero las sentencias no fueron ejecutadas.
El príncipe saudita está ahora saliendo del ostracismo diplomático posterior al asesinato.
Esta semana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que tiene previsto un viaje a Medio Oriente a mediados de julio, con una visita a Arabia Saudita para reunirse con el heredero.
El viaje de Biden, después del de los mandatarios de Francia, Reino Unido y Turquía, con el telón de fondo de la subida de los precios de la energía vinculada a la invasión de Ucrania, es una victoria para el hijo del rey Salman, de 36 años.
Desde que fue designado príncipe heredero el 21 de junio de 2017, MBS, como se lo conoce, consolidó su poder en el primer país exportador de crudo del mundo, al tiempo que liberalizó algunos aspectos de la sociedad saudita.
Sus esfuerzos por modernizar la imagen del reino ultraconservador se cubrieron con la sangre del periodista asesinado.
Un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses concluyó entonces que MBS había "aprobado" una operación para capturar o matar a Khashoggi, algo que Arabia Saudita niega.
Con información de Télam