Tras más de un año de prohibición, el Boeing 737 Max podrá volver a volar tras recibir el visto bueno de los reguladores de seguridad en Estados Unidos. Esta autorización supone un paso fundamental Boeing, que entró en crisis tras dos trágicos accidentes y sendas investigaciones que le responsabilizaron de los mismos.
En menos de cinco meses entre 2018 y 2019, dos 737 Max se estrellaron, primero en Indonesia y después en Etiopía, dejando 346 muertos en total. Tras los accidentes, los reguladores mundiales vetaron este modelo, que no vuela desde marzo de 2019.
Boeing ha sufrido pérdidas económicas que se agudizaron más este año por los estragos que ha causado el coronavirus a la industria de los viajes. Antes de volver a volar, estos aviones tendrán que modificarse, incluyendo cambios en su diseño.
La Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA, por sus siglas en inglés), aclaró que esta aprobación no permite que este modelo "regrese inmediatamente" a los cielos. Además de los cambios requeridos en el software defectuoso de este modelo, también se dará entrenamiento a los pilotos. La FAA aseguró, por otra parte, que las modificaciones en la aeronave "han eliminado lo que causó estos accidentes en particular".
Steve Dickson, administrador de la FAA, dijo estar "100% confiado" de la seguridad del avión y aseguró haber hecho "todo lo humanamente posible" para asegurarse de que ese "tipo de accidentes no vuelva a ocurrir". Estados Unidos es el primer país en revertir el veto al 737 Max. La aviación europea, por otra parte, ha declarado estar cerca de tomar una decisión similar.
¿Será seguro viajar en el Boeing 737 Max?
Boeing y la FAA insisten en que será seguro y que la causa directa de los accidentes ha sido arreglada. Pilotos y expertos de seguridad parecen confiados en que los cambios en el avión serán efectivos. Pero Boeing y los reguladores aún tienen mucho que demostrar.
Boeing necesita probar, tras criticarse las líneas fundamentales de su cultura corporativa, que la seguridad es realmente su prioridad número uno. Y la FAA quiere demostrar que puede hacer frente al gigante aeroespacial y recuperarse de las fallas que permitieron que un avión defectuoso entrara en servicio.
La aeronave va a regresar, pero el mundo ha cambiado. Se diseñó para un mercado en crecimiento, en el que las aerolíneas necesitaban desesperadamente nuevos aviones y que el alto precio de combustibles premiaba a la eficiencia.