Al menos 22 personas murieron y 50 resultaron heridas a causa de dos explosiones que se produjeron en la zona de arribos del aeropuerto de Adén, en Yemen.
La fuerte explosión ocurrió en el momento en que en el aeropuerto aterrizó un avión procedente de Arabia Saudita que trasladaba a los integrantes del nuevo Gobierno yemení a bordo, que prestó juramento el 26 de diciembre en su sede temporal en la capital saudí, Riad.
El violento ataque llamó la atención del mundo debido a que quedó grabado en tiempo real por las cámaras de la agencia de noticias internacional AP y otros medios locales. Según fuentes citadas por la agencia rusa Sputnik, ya se cuentan más de 20 fallecidos. "Los muertos por el ataque en el aeropuerto de Adén suman 22 y los heridos superan los 50, algunos de ellos en estado grave", señalaron a la agencia rusa. Entre los heridos se encuentran el viceministro de Comunicaciones de Yemen Nasir Sharif y el portavoz del gobernador de Adén, Gassan ez-Zamki.
El ministro de Comunicaciones yemení, Naguib al-Awg, reveló a AP que llegó a escuchar dos explosiones y señaló que que el ataque fue realizado con drones, aunque la investigación oficial no lo ha confirmado.
El atentado ocurre en medio del conflicto armado que se desató en Yemen desde 2014 entre los partidarios del presidente y los rebeldes hutíes. En ese contexto, el pasado 26 de diciembre asumió el nuevo gobierno yemení. El nuevo gabinete –de 24 ministros– está integrado por los partidarios del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los representantes del separatista Consejo de Transición del Sur.
Sin embargo, uno de los dirigentes de los hutíes descartó la implicación del movimiento en ese ataque y escribió en su cuenta de Twitter que la explosión fue resultado de un "ajuste de cuentas entre diferentes grupos de las fuerzas gubernamentales".
Estos dos bandos que se disputaban el poder en el Sur continúan siendo aliados desde hace seis años contra los rebeldes hutíes, apoyados por Irán y que se apoderaron de una gran parte del norte del país, incluyendo la capital Sanaá. El conflicto experimentó un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación en una guerra que dejó miles de muertos y provocó la mayor crisis humanitaria de la actualidad.
Actualmente, casi el 80% de la población de Yemen, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia en el país, donde hay más de 20 millones en inseguridad alimentaria.
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