Las muertes van en aumento tras el terremoto que sacudió a Siria y a Turquía en la noche del lunes. Según datos de las autoridades locales, suman 11600 personas fallecidas. Nueve mil permanecían en el territorio turco, más de 1200 que estaban en el territorio sirio controlado por el Gobierno y, además, fueron identificados más de 300 desplazados. En las redes sociales se puede ver el trabajo diario y cotidiano para rescatar a quienes quedaron bajo los escombros de unos 6444 edificios que quedaron destruidos. "Hemos movilizado todos nuestros medios. El Estado está trabajando junto a las autoridades, con todos sus medios", marcó el presidente otomano, Recep Tayyip Erdogan, antes de asegurar que los trabajos de búsqueda y rescate no finalizarán "hasta que no quede nadie bajo los escombros". Es un "gran desastre", dijo el mandatario.
El presidente turco subrayó durante su visita a la zona afectada por el sismo que además hay más de 52.000 heridos, mientras que 6.444 edificios quedaron destruidos. También, dijo que cada familia damnificada recibirá 10.000 liras turcas (cerca de 500 euros). Por su parte, la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, informó también que "después del primer terremoto fueron registrados otros 648, siendo el de mayor magnitud uno de 7,6 con epicentro en Elbistan", antes de confirmar que en las zonas afectadas se encuentran desplegados más de 96.600 agentes, trabajadores de organizaciones no gubernamentales, equipos de búsqueda y rescate y voluntarios. Turquía ha creado además un puente aéreo para el traslado de personal y materiales desde Estambul, Ankara y Esmirna.
Los trabajos de rescate se pueden ver en las redes sociales en los videos y en las fotos que comparten los mismos rescatistas, las organizaciones, los medios de comunicación y las y los ciudadanos que registran desde sus teléfonos como un grupo de personas celebra el haber podido sacar con vida desde debajo de la cuidad derrumbada a un bebé. O el esfuerzo que se hace para que un pequeño perro blanco de rulos, pueda sobrevivir, mientras le dan agua para que se pueda hidratar. Trabajan bajo la lluvia y en las noches.
"Este niño fue rescatado luego de estar 50 horas bajo los escombros en el norte de Siria", escribió en su cuenta de twitter, el periodista Asaad Sam Hanna, junto con la foto de un niño con el rostro repleto de polvo.
"En medio de toda la angustia, hoy hay un rayo de esperanza. Tantas vidas hemos logrado rescatar en Siria, y tantas buenas noticias de nuestros seres queridos que han estado más de 50 horas bajo los escombros en Turquía después del terremoto", dijo el fotógrafo y el coordinador de archivo de los Cascos Blancos, en Siria, Mousa Zidane. En la foto que compartió se pueden ver cientos de personas sonrientes en medio de la tragedia apostadas en derredor de los rescatistas. En otros tuits, también moviliza las imágenes de animales cuyas vidas son rescatadas.
Entre las distintas historias que circulan, está la del empresario turístico argentino Sattam Al Kaddour, un inmigrante sirio que llegó a la Argentina en 1967 y perdió al menos 15 familiares en el terremoto. En el país sudamericano conoció a Edna Debs, una inmigrante siria proveniente de Aleppo con quien conformó una familia que ya tiene tres hijos y siete nietos. Al Kaddour nació en 1939 en el pueblo sirio de Hama, cercano a la frontera turca, y en 1967 viajó a la Argentina donde se instaló y prosperó como empresario turístico especializado en el puente entre nuestro país y el mundo árabe.
"Estamos en la ciudada de Hama desde hace cientos de años y somos muchos con el mismo apellido, como una tribu, aunque por los conflictos internos mis familiares más cercanos son parte de los millones que debieron migrar y se instalaron del lado turco de la frontera para quedarse cerca del hogar; ahí los sorprendió el terremoto y hasta donde pudimos enterarnos por primos y sobrinos que están en Europa y Estados Unidos tenemos al menos 15 muertos", contó.
"El rescate llegó tarde para Irmak, una adolescente de 15 años. En silencio, su padre Mesur Hancer sostenía la mano inerte de la chica atrapada en los restos de un bloque en Kahramanmaras (sureste de Turquía)", reza el epígrafe de una foto difundida por la agencia Télam. El hombre la buscó hasta encontrarla, sostuvo su mano hasta que pudieron sacar su cuerpo que yacía debajo de los edificios derrumbados.
En este contexto, el Gobierno creó un Centro de Gestión de Crisis en el Ministerio de Defensa para "enfrentar este gran desastre", con el fin de transportar al personal y el equipo de rescate a través de un puente de ayuda aérea. El mandatario turco declaró el martes el estado de emergencia durante tres meses en las diez provincias afectadas por los terremotos. "Estamos haciendo frente a uno de los mayores desastres no sólo en la historia de la República, sino también de la región y del mundo", manifestó.
"Nuestros ciudadanos no deben preocuparse. Nunca permitiremos que se queden en la calle", remarcó, antes de incidir en que las víctimas pueden alojarse por ahora en varios hoteles en las provincias de Antalya, Anlanya y Mersin. "Tenemos una capacidad significativa de habitaciones (en hoteles). Si nuestros ciudadanos no quieren quedarse aquí en tiendas de campaña, les buscaremos acomodo en hoteles", prometió.
Así, incidió en que "se les entregará alojamiento, comida y otras cosas gratis allí". "Puede ayudarnos (alojar a parte de los damnificados en estos hoteles). Nuestros trabajos se acelerarán", explicó, un día después de decretar el estado de emergencia durante tres meses en las diez provincias afectadas para intentar incrementar las operaciones de búsqueda y posterior reconstrucción.
La situación en siria
Por su parte, el seísmo dejó 1.262 muertos y 2.285 heridos en las zonas de Siria controladas por las autoridades, según datos del Ministerio de Sanidad sirio recogidos por la agencia estatal siria de noticias, SANA. Estos datos corresponden a las provincias de Alepo, Hama, Latakia, Tartus y las zonas de Idlib en manos de las fuerzas gubernamentales.
"Estamos en una carrera contra el tiempo y trabajando con las máximas energías disponibles y con la cooperación de todas las partes", reza un comunicado del Ministerio de Sanidad sirio, que señala que el Ejecutivo del país repasaron las medidas de emergencia que rigen la situación.
El primer ministro sirio, Husein Arnus, se trasladó este miércoles a la provincia de Latakia (oeste) para supervisar los trabajos de búsqueda y rescate en la capital provincial, la homónima Latakia. Allí recibió información de las autoridades locales sobre los trabajos en marcha y se ha reunido con varios residentes en el barrio de Raml al Shamali, según ha recogido la agencia estatal siria de noticias, SANA.
A las cifras gubernamentales sirias hay que sumar más de 1.280 muertos y 2.600 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste), según la Defensa Civil de Siria, conocida como 'cascos blancos', a través de su cuenta en Twitter, donde insistido en que "se espera que el balance aumente significativamente, ya que cientos de familias permanecen atrapadas bajo los escombros más de 50 horas después del seísmo". Por último, señalaron que más de 360 edificios quedaron completamente destruidos, mientras que más de un millar están "severamente destruidos".
Con información de EuropaPress.