El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, volvió a ofrecer conversaciones con China, tras dos días de maniobras bélicas chinas cerca de la isla. Afirmó que esperaba mejorar el entendimiento mutuo y la reconciliación.
China, que considera a Taiwán como su propio territorio, llevó a cabo los ejercicios militares el jueves y el viernes, alegando que se trataba de un "castigo" tras el discurso de investidura de Lai el lunes, que Pekín calificó de nuevo impulso a la independencia formal de la isla.
China arremetió repetidamente contra Lai y afirmó que es un "separatista". Lai rechazó las reclamaciones de soberanía de Pekín y afirmó que sólo el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro. En repetidas ocasiones ofreció conversaciones, pero fueron rechazadas.
En un discurso pronunciado en una reunión de su gobernante Partido Democrático Progresista (PDP) en Tainan, Lai pidió a China que "comparta con Taiwán la pesada responsabilidad de la estabilidad regional", según comentarios facilitados por su partido.
Lai, que ganó las elecciones en enero, dijo que también "esperaba mejorar el entendimiento mutuo y la reconciliación con China a través de los intercambios y la cooperación, creando beneficios mutuos y avanzando hacia una posición de paz y prosperidad común". Agradeció a Estados Unidos y otros países sus muestras de preocupación por las maniobras chinas.
"La comunidad internacional no aceptará que ningún país cree olas en el estrecho de Taiwán y afecte a la estabilidad regional", agregó Lai.
En los últimos cuatro años, China organizó actividades militares periódicas en torno a Taiwán para presionar al gobierno de la isla. El gobierno de Taiwán condenó los juegos de guerra de China.
Llegó a Taiwán una delegación de congresistas de EEUU tras el gran simulacro naval de China
Simultáneamente, una delegación bipartidista de congresistas estadounidenses llegó a Taiwán este domingo, un día después de que China terminara uno de los mayores ejercicios navales de los últimos meses en torno a la isla en respuesta a la investidura, hace una semana, del nuevo presidente taiwanés, e independentista declarado, Lai Ching Tei.
La delegación estuvo encabezada por el representante Michael McCaul, republicano de Texas y presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Lai tiene previsto reunirse con los legisladores el lunes para discutir la paz y la estabilidad en el Indo-Pacífico, las relaciones comerciales entre Taiwán y Estados Unidos y otros temas, según un comunicado de su oficina recogido por Bloomberg.
La delegación también está formada por el representante Young Kim, republicano de California; el representante Joe Wilson, republicano de Carolina del Sur; el representante Jimmy Panetta, demócrata de California; el representante Andy Barr, republicano por Kentucky, y la representante Chrissy Houlahan, demócrata de Pensilvania.
La llegada tiene lugar después de que el Departamento de Estado de Estados Unidos acusara el sábado a China de "provocaciones militares" por estos ejercicios, que llegaron a rodear la isla en lo que expertos consideraron como unas maniobras consistentes con planes para efectuar una hipotética invasión del territorio.
Mientras tanto, el presidente y consejero delegado de NVIDIA, Jensen Huang, aterrizó este domingo en Taipei para acudir a una exposición tecnológica. Su tecnológica, especializada en el desarrollo de tarjetas gráficas y cuya capitalización asciende a 2,5 billones de dólares (2,1 billones de euros), recibe sus chips de la Taiwan Semiconductor Manufacturing Co.
"Taiwán está en el epicentro de la cadena de suministro de tecnología del mundo", declaró Huang en una entrevista con Bloomberg Television el 20 de mayo. "La industria de la tecnología depende en gran medida de Taiwán y seguirá haciéndolo durante algún tiempo", indicó.
Con información de Reuters