Beijing volvió a enviar hoy aviones y barcos militares a las inmediaciones de Taiwán en rechazo a la visita que la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, hizo esta semana a Estados Unidos, en una gira que incluyó un encuentro con el líder de la Cámara de Representantes del Congreso.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó hoy que, por segundo día consecutivo, tres barcos de guerra navegaron en aguas cercanas a la isla autónoma y agregó que también un avión de combate y un helicóptero antisubmarinos penetraron en la zona de identificación de defensa aérea.
Ayer, Taiwán detectó tres barcos y un helicóptero cerca de su territorio.
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El miércoles, el portaaviones chino Shandong pasó por el sureste de la isla, horas antes del encuentro entre Tsai Ing-wen con el líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, en Los Ángeles.
La mandataria regresó hoy a Taiwán tras visitar Guatemala y Belice, dos de los 13 países que mantienen relaciones con Taipéi.
Taiwán y China se separaron en 1949, al final de la guerra civil. Los comunistas tomaron el poder en China continental, mientras los nacionalistas se replegaron a Taiwán, pero Beijing considera la isla como parte de su territorio y aboga por recuperar su control algún día.
En virtud del principio de "una sola China", a priori reconocido por Estados Unidos y por la mayoría de los países, entre ellos Argentina, se opone a cualquier relación formal entre los dirigentes de la isla y los de otras naciones.
"Le hemos mostrado a la comunidad internacional que Taiwán está más unido a la hora de hacer frente a la presión y las amenazas", dijo la presidenta Tsai a la prensa. "No dejaremos de interactuar con el mundo, a pesar de los obstáculos", insistió, citada por la agencia de noticias AFP.
Beijing se había pronunciado en contra del encuentro de Tsai con McCarthy, segunda autoridad estadounidense en la línea de sucesión presidencial, y ayer aseguró que tomaría "medidas firmes y efectivas para salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial".
El gigante asiático insistió hoy que la isla sigue siendo una "parte inseparable de China".
"El futuro de Taiwán depende de la reunificación con la madre patria", subrayó la vocera de la cancillería china, Mao Ning.
En los últimos años, China trató de aislar el territorio en la escena internacional y se enfurece cuando las autoridades taiwanesas mantienen contactos con representantes de otros países.
En agosto, la visita a Taipéi de la demócrata Nancy Pelosi, predecesora de McCarthy, provocó el despliegue de unas maniobras militares sin precedentes del Ejército chino alrededor de la isla.
China también impuso sanciones contra la embajadora de facto de Taipéi en Estados Unidos, Hsiao Bi-khim, un instituto conservador estadounidense y la biblioteca presidencial Ronald Reagan, que acogió el encuentro.
Taiwán condenó las sanciones y acusó a Beijing de tratar de "eliminar aún más el espacio internacional" de la isla.
Con información de Télam