La invasión rusa arrasó con alrededor del 30% de los empleos en Ucrania, es decir unos 4,8 millones de puestos, indicó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un estudio publicado hoy que también advirtió que la guerra amenaza la recuperación laboral global después del golpe por la pandemia.
"Los trastornos económicos, sumados a desplazamientos internos de gran alcance y flujos masivos de refugiados, engendran pérdidas colosales en términos de empleo e ingreso", subrayó la OIT en este primer informe sobre las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania y el resto del mundo.
El informe estima que se perdieron unos 4,8 millones de empleos en la exrepública soviética desde el inicio de la ofensiva, y advirtió que si las hostilidades se intensificaran, las pérdidas de empleo aumentarían a 7 millones.
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También estima que si los combates cesaran inmediatamente sería posible una rápida recuperación, con el retorno de 3,4 millones de puestos de trabajo, lo que reduciría las pérdidas de empleo al 8,9%, de acuerdo al estudio titulado "El impacto de la crisis de Ucrania en el mundo del trabajo: Evaluación inicial"..
La economía ucraniana se vio gravemente afectada por el conflicto iniciado el 24 de febrero, y más de 5,23 millones de refugiados huyeron a los países vecinos.
Los refugiados son principalmente mujeres, niños y personas mayores de 60 años. Del total, aproximadamente 2,75 millones están en edad de trabajar. De ellos, el 43,5%, es decir, 1,2 millones, trabajaban anteriormente y perdieron o dejaron sus empleos.
El documento, publicado en la web del organismo, elogia los "considerables esfuerzos" del Gobierno ucraniano para mantener los sistemas de protección social en funcionamiento.
"Quiero subrayar que el Gobierno ucraniano está plenamente operativo, al igual que las organizaciones patronales y sindicales", declaró Heinz Koller, director regional de Europa y Asia Central, en una rueda de prensa, recordando la firme condena de la invasión expresada por la OIT.
"Seguimos apoyándolos y estamos preparados para ayudarlos en la situación actual, pero también, espero, en la fase de reconstrucción después de que el conflicto haya terminado", insistió.
La guerra en Ucrania amenaza también la recuperación del empleo global tras la pandemia, que de hecho evolucionaba de modo más lento que lo esperado y ahora esta en peligro por la incertidumbre, el repunte de la inflación y las interrupciones en las cadenas de suministros globales, alertó la OIT en el mismo informe.
"La creciente incertidumbre y las repercusiones en la confianza de los inversores y de los consumidores frenarán la demanda agregada en el periodo de recuperación de la crisis de la Covid-19", señaló.
El fuerte impacto económico de esta guerra en el resto del mundo tiene que ver con el rol de Ucrania y Rusia como productores de productos básicos agrícolas, en particular de cereales, así como de petróleo y gas en el caso del segundo país.
En los países de renta alta "pueden empeorar las condiciones del mercado laboral", pero siguiendo el patrón de todas las crisis "la situación será más dura para los países de renta baja y media", que ni siquiera habían logrado recuperarse de las consecuencias de la crisis sanitaria mundial en el empleo.
El impacto final de la guerra en ese último grupo de países dependerá de si son exportadores o importadores de productos básicos, especifica.
Si son importadores de alimentos y combustibles habrá un impacto negativo en su crecimiento, en el empleo y aumentará la pobreza, mientras que si están del lado de los exportadores podrían beneficiarse del aumento de los precios de los productos básicos.
Con información de Télam