Sudán está al borde de una guerra civil por el conflicto entre el Ejército y paramilitares, advirtió hoy la ONU, un día después de que decenas de personas murieran en el bombardeo de una zona residencial cerca de Jartum, la capital del país árabe africano
En un video publicado por el Ministerio de Salud del Estado o región de Jartum, aparecen cuerpos en el suelo, algunos con las extremidades destrozadas, debajo de sábanas arrojadas apresuradamente para cubrirlos. Varias de las víctimas son mujeres.
El bombardeo se produjo ayer en el barrio de Dar Al Salam, en Omdurman, la ciudad vecina a Jartum.
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El Ministerio de Salud dijo ayer que el ataque dejó 22 muertos y un gran número de heridos entre los civiles.
Por su parte, los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), en guerra con el Ejército desde hace casi tres meses, acusaron del bombardeo a las Fuerzas Armadas y denunciaron "la trágica pérdida de vidas y muchos heridos".
Varios residentes dijeron que se trató de un ataque aéreo, pero las Fuerzas Armadas dijeron hoy en un comunicado que "la Fuerza Aérea no trató con ningún objetivo hostil en Omdurman" el sábado, informó la agencia de noticias AFP.
El conflicto estalló el 15 de abril con enfrentamientos entre el Ejército, dirigido por el general Abdel Fatah al-Burhan, y las FAR, del general Mohamed Hamdan Daglo.
Se estima que unas 3.000 personas han muerto por los combates, en los que los bandos utilizan tanques, blindados y otras armas pesadas, incluidos aviones, en zonas densamente pobladas.
Casi 3 millones de sudaneses se vieron obligados a abandonar sus hogares, entre ellos más de 600.000 que huyeron al extranjero, a raíz de los enfrentamientos, que se concentran en Jartum, Omdurman, la región occidental de Darfur y otras partes del país.
El conflicto agravó la crisis humanitaria que sufre Sudán.
Antes del estallido de los combates, ya era uno de los países más pobre del mundo, y ahora, 25 de los 45 millones de habitantes ya no pueden sobrevivir sin ayuda humanitaria.
El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció "una total falta de respeto por el derecho humanitario y los derechos humanos", especialmente en Darfur, una región que ya vivió un conflicto en la década de 2000 y que vuelve a ser el epicentro de los combates
Guterres cree que Sudán está ahora "al borde de una guerra civil total potencialmente desestabilizadora para toda la región", dijo el vocero del secretario general, Farhan Haq.
Varios testigos reportaron otros ataques aéreos hoy cerca del palacio presidencial, en el centro de Jartum, así como enfrentamientos con ametralladoras y fuego de artillería en el sur de la ciudad.
Los combates empezaron en la capital pero los ataques aéreos y los saqueos se han extendido a Darfur, así como a las regiones de Kordofan, al sur de Jartum, y Nilo Azul, que limita con Etiopía al sur.
Sudán, en el noreste de África, limita con otros países empobrecidos que tienen una historia de conflictos.
La ONU y varias organizaciones africanas advirtieron de la "dimensión étnica" del conflicto en la región occidental de Darfur, donde Estados Unidos, Noruega y el Reino Unido culpan a las FAR y a las milicias aliadas de ser responsables de la mayor parte de la violencia.
Para tratar de encontrar una salida a la crisis, la ONU y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (Igad), un organismo regional, organizarán una reunión que tendrá lugar mañana en Etiopía con los jefes de estado o de gobierno de cuatro países que trabajan por la paz en Sudán (Etiopía, Kenia, Somalia y Sudán del Sur).
El jefe del Ejército de Sudán y el comandante de las FAR fueron invitados pero ninguna de las partes confirmó su presencia.
Sin embargo, varias figuras civiles de Sudán si estarán allí "para acelerar los esfuerzos de paz", dijo Khalid Omer Yousif. Este exministro fue expulsado del gobierno en 2021 cuando Daglo y Burhan colaboraron para dar un golpe de Estado, antes de enemistarse.
Con información de Télam