Un nuevo cese el fuego entró hoy en vigencia en Sudán, donde los habitantes tienen pocas expectativas después del incumplimiento de varias treguas durante este conflicto que se extiende desde hace casi dos meses y que provocó una grave crisis humanitaria.
El ejército y los paramilitares aceptaron un alto el fuego de 24 horas a partir de las 6 hora local (1 hora de Argentina).
Esta nueva tregua fue anunciada ayer por el mediador saudita que intenta desde hace semanas una negociación entre los bandos militares y paramilitares que se enfrentan por una puja de poder.
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Las partes se comprometieron a cesar la violencia durante el alto el fuego y a permitir "la llegada de la ayuda humanitaria en todo el país".
Tres horas después de la entrada en vigencia de la tregua, los habitantes de diferentes barrios de la capital sudanesa informaron a periodistas de la agencia de noticias AFP que no escucharon bombardeos ni enfrentamientos.
Este nuevo alto el fuego llega después de que una serie de treguas fueran violadas desde que estalló este conflicto el 15 de abril entre el ejército, dirigido por el general Abdel Fatah al-Burhan, y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), lideradas por el general Mohamed Hamdan Daglo.
La guerra causó más de 1.800 muertos, según la organización ACLED, especializada en recoger informaciones en zonas de conflicto y la ONU estima que hay dos millones de desplazados y de refugiados.
En las zonas de combate, principalmente la capital y la región de Darfur del Oeste, varias organizaciones humanitarias reportan un deterioro de la situación de los civiles.
"En Jartum, estimamos que solo 20% de los centros de salud siguen funcionando", lamentó ayer un miembro del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Alfonso Verdú Pérez, en Ginebra.
Con información de Télam