Las fuerzas policiales de Sudán reprimieron hoy con gases lacrimógenos a manifestantes que protestaron contra el poder militar a pocos cientos de metros del palacio presidencial, donde tienen su sede las autoridades de la transición.
Durante una jornada de manifestaciones bajo el lema "los militares a sus cuarteles", miles de sudaneses protestan pese a un corte de Internet y teléfonos, dos meses después de un golpe de Estado de los militares y una represión que dejó 48 muertos.
En la manifestación podían verse banderas, y gente tocando tambores, bailando y cantando mientras marchaban por las calles de Jartum, a pesar del fuerte despliegue policial, informó la agencia de noticias AFP.
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El premier Abdalla Hamdok regresó al poder en noviembre, tras estar en prisión durante casi un mes desde que fue derrocado el 25 de octubre por el líder de las Fuerzas Armadas, el general Abdel Fatah al Burhan.
Los manifestantes acusan al general Burhan de estar vinculado a los partidarios del antiguo régimen, una dictadura militar-islamista, encabezada por el autocrático expresidente Omar al-Bashir y derrocada en 2019.
Tras su retorno al poder, Hamdok, que fue economista de Naciones Unidas, prometió reactivar el proceso de transición, pero no solo se enfrenta al rechazo de manifestantes sino también de buena parte de su gabinete por las limitaciones del acuerdo con los militares para volver a ocupar el cargo.
El proceso de transición hacia la democracia que el país había iniciado hacia dos años fue abruptamente interrumpido por el golpe de Estado, lo que provocó una extendida condena internacional.
Sudán, uno de los países más pobres del mundo, tiene un largo historial de golpes militares, y sólo ha disfrutado de pocos intervalos de Gobierno democrático desde su independencia en 1956.
Más de 14 millones de personas, un tercio de la población de Sudán, necesitarán ayuda humanitaria el próximo año, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, el nivel más alto desde hace una década.
Con información de Télam
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