El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reafirmó hoy el apoyo a su emisario en Sudán después de recibir una carta del jefe del ejército, Abdel Fatah al-Burhan, en la que pidió su reemplazo en medio del conflicto armado entre los militares y un grupo paramilitar.
El portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, afirmó en un comunicado que "el secretario general está desconcertado por la carta que recibió [el viernes] del general al Burhan".
"El secretario general está orgulloso del trabajo realizado por Volker Perthes y reafirma su total confianza en su representante especial", añadió Dujarric.
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Ni el ejército ni la ONU publicaron copias oficiales de la carta del pedido del reemplazo de Perthes, criticado por el líder del Ejército por "desinformar" sobre un posible consenso para avanzar en una tregua.
El jefe del ejército libra desde el 15 de abril una guerra con su rival y antiguo adjunto, el general Mohamed Hamdan Daglo, jefe de las poderosas Fuerzas Paramilitares de Apoyo Rápido (FAR).
Los combates entre los bandos surgieron por desacuerdos en relación con el futuro de los paramilitares y su integración dentro de las Fuerzas Armadas.
A partir de entonces, se libraron varios enfrentamientos en la capital, Jartum, con bombardeos, disparos y explosiones, y millones de sudaneses debieron atrincherarse en sus hogares en medio de un calor sofocante, sin agua corriente ni electricidad.
Tanto Perthes como la misión de la ONU en Sudán fueron atacados por manifestantes islamistas y pro-militares, que protestaron el año pasado en varias ocasiones contra la "intervención extranjera".
Perthes se encuentra actualmente en Nueva York y aún no hay fecha de su regreso a Sudán. Las autoridades del país africano -uno de los más pobres del mundo- no han concedido visas a los extranjeros desde el inicio de la guerra, consignó la agencia de noticias AFP.
El emisario de la ONU advirtió el lunes ante el Consejo de Seguridad que "la creciente etnización del conflicto amenaza con prolongarlo con implicaciones para la región".
"En algunas partes del país, los enfrentamientos entre los dos ejércitos o las dos formaciones armadas se transformaron en tensiones comunales o desencadenaron conflictos entre comunidades", agregó.
Los enfrentamientos ya dejaron más de 1.800 muertos y más de un millón de desplazados, según la ONG ACLED y Naciones Unidas.
Con información de Télam
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