La guerra en Sudán entra en su cuarto mes con la violencia en aumento

15 de julio, 2023 | 13.40

La guerra entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) entró hoy en su cuarto mes con una población atrapada en los principales escenarios de combate, en medio de éxodos multitudinarios y una campaña de atrocidades dirigidas con particular virulencia contra las mujeres y las niñas.

Los combates estallaron el 15 de abril, tras los desacuerdos entre el Ejército regular y los paramilitares sobre la constitución de las futuras Fuerzas Armadas.

El inicio de la guerra implicó el colapso de unas negociaciones ya paralizadas que perseguían un acuerdo de transición política hacia un gobierno civil en el país, sumido en una espiral de caos desde el derrocamiento en 2019 de Omar al Bashir, que gobernó el país con puño de hierro durante 30 años.

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La salida del dictador dejó el poder en manos de un gobierno militar que terminó por asumir el control del país y correr del centro a grupos civiles que colaboraron con la salida de Al Bashir, lo que dejó a los militares en el papel predominante que insistían en tener.

El 15 de abril, en medio de un éxodo diplomático y de población, estalló el primer enfrentamiento abierto entre el jefe del Ejército, Abdel Fatah al-Burhan, y el líder paramilitar Mohamed Hamdan Daglo, que continuó durante tres meses en medio de altos el fuego constantemente ignorados por los bandos en conflicto.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) estima que hay miles de muertos, más de 2 millones de desplazados internos y cientos de miles de refugiados en Egipto, Sudán del Sur y Chad, a la vez que estima que un 80% del sistema sanitario del país fue destruido, precisó la agencia de noticias Europa Press.

En la conflictiva ciudad occidental Darfur, en tanto, el Tribunal Penal Internacional (TPI) abrió una investigación por crímenes de guerra y de lesa humanidad, tras la reciente matanza de 87 miembros de la comunidad masalit, supuestamente ejecutados por las FAR.

Según Save the Children, que denunció una campaña de limpieza étnica, en la misma región están siendo violadas sistemáticamente niñas de 12 años.

Sudán "es ahora uno de los lugares más difíciles del mundo para que operen los trabajadores humanitarios", lamentó la ONU en un comunicado emitido por los tres meses del conflicto.

"No podemos trabajar bajo el cañón de un arma. No podemos reponer las reservas de alimentos, agua y medicinas si continúa el saqueo descarado de estas existencias. No podemos cumplir si se impide que nuestro personal llegue a las personas necesitadas", lamentó hoy Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia.

"Cada día que continúa la lucha, la miseria se profundiza para los civiles sudaneses. El reciente descubrimiento de una fosa común en las afueras de la capital de Darfur Occidental es solo la evidencia más reciente que apunta a un resurgimiento de los asesinatos étnicos en la región", alertó Griffiths.

"Todos debemos redoblar nuestros esfuerzos para garantizar que el conflicto en Sudán no se convierta en una guerra civil brutal e interminable con graves consecuencias para la región. El pueblo de Sudán no puede darse el lujo de esperar", concluyó.

Con información de Télam