(Actualiza con diálogo de partidos opositores)
Los partidos políticos de la oposición de Sri Lanka mantenían reuniones hoy para acordar un nuevo gobierno, un día después de que manifestantes irrumpieran en el palacio presidencial y obligaran al mandatario a refugiarse en un buque militar y a anunciar su renuncia para esta semana, en medio del colapso económico del país.
Los manifestantes continuaban en el palacio presidencial, en su oficina junto al mar y la residencia del primer ministro, en exigencia de la dimisión inmediata del presidente Gotabaya Rajapaksa, mientras soldados se desplegaron por la ciudad y el jefe del Estado Mayor, Shavendra Silva, pidió apoyo público para mantener la ley y el orden.
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Los disturbios de ayer, que dejaron más de 100 heridos, fueron la culminación de una ola de protestas en la isla ubicada frente a la costa sur de India y sumida en una crisis económica y política sin precedentes, con escasez de medicinas, comida y combustible, que los manifestantes atribuyen a la gestión de Rajapaksa.
El Gobierno declaró una moratoria de su deuda por 51.000 millones de dólares y busca un préstamo del FMI, por lo que debe presentar un plan sobre sostenibilidad de la deuda al organismo en agosto próximo antes de llegar a un acuerdo.
En el Vaticano, el papa Francisco dijo hoy que se unía "al dolor del pueblo de Sri Lanka, que continúa sufriendo los efectos de la inestabilidad política y económica", renovó "el pedido de paz" e imploró "a los que tienen autoridad que no ignoren el grito de los pobres y las necesidades de la gente".
Congresistas que se separaron de la coalición gobernante de Rajapaksa mantuvieron discusiones hoy con el principal partido de la oposición, United People's Force (UPF), que a su vez celebró discusiones con otras agrupaciones. Más reuniones están planeadas, anticipó el legislador Ranjith Madduma Bandara, de UPF.
Previamente, otro legislador, MA Sumanthiran, había dicho que todos los partidos de oposición podrían reunir fácilmente a los 113 miembros necesarios para mostrar una mayoría en el Parlamento.
Además de la renuncia de Rajapaksa, que se hará efectiva el miércoles próximo, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, anunció que dejará el cargo, pero que será una vez que se establezca un nuevo Gobierno que pueda continuar las "conversaciones con el FMI".
Si Rajapaksa y el primer ministro renuncian antes de que se forme un nuevo Gobierno, el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena, asumirá el cargo de presidente interino, de acuerdo con la constitución.
Cientos de miles de personas se congregaron ayer en la capital, Colombo, para exigir que Rajapaksa asuma su responsabilidad por las políticas que llevaron a la destrucción de la economía de un país relativamente próspero.
Estados Unidos dijo hoy que el bloqueo a las exportaciones de granos de Ucrania impuesto por Rusia puede haber contribuido a los disturbios en Sri Lanka y expresó su temor de que esto pueda generar otras crisis.
"Estamos viendo el impacto de esta agresión rusa en todos lados. Puede haber contribuido a la situación en Sri Lanka, estamos preocupados por las implicaciones en todo el mundo", afirmó el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
En Colombo, manifestantes que seguían ocupando el palacio presidencial afirmaron hoy que no se irán hasta que Rajapaksa salga del poder de forma efectiva.
"No nos vamos a rendir en nuestra lucha hasta que él se vaya de verdad", dijo el líder estudiantil Lahiru Weerasekara, informó la agencia de noticias AFP.
Tras irrumpir en el palacio presidencial, que data de la era colonial, la multitud recorrió las ostentosas habitaciones, algunos saltaron a la piscina y revisaron el armario y las pertenencias de Rajapaksa.
Las tropas dispararon al aire para permitir que el mandatario escapara y luego Rajapaksa abordó un buque de la armada que lo llevó fuera de la isla.
Desde allí, el mandatario de 73 años se ha aferrado al poder, pese a la ola de violencia que dejó varios muertos en mayo y que obligó a renunciar a su hermano Mahinda Rajapaksa, que ejercía como primer ministro.
Pero finalmente Rajapaksa tiró la toalla y se anunció "que presentaría su renuncia el 13 de julio".
Además de la toma del despacho de Rajapaksa, imágenes publicadas en redes sociales muestran a una turba aplaudiendo el incendio de la residencia del primer ministro, que se produjo poco después de que las fuerzas de seguridad atacaran a varios periodistas.
Más temprano, las fuerzas de seguridad intentaron dispersar a las inmensas multitudes congregadas en el distrito administrativo, lo que generó disturbios.
El principal hospital de Colombo informó que recibió 105 heridos ayer, al menos uno con impacto de bala y siete periodistas, y que 55 seguían ingresados hoy.
Una fuente de defensa informó que Rajapaksa llegará a la base naval de Trincomalee en el noreste de la isla durante la jornada del domingo.
Con información de Télam