El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, renunció hoy a su cargo mediante un correo electrónico enviado al Parlamento desde Singapur, donde escapó tras las protestas masivas en su contra, informó una fuente legislativa.
"El presidente Gotabaya Rajapaksa remitió por correo electrónico al presidente del Parlamento la solicitud de dimisión", reveló esta fuente.
Agregó que las autoridades a cargo mantendrán consultas con el Fiscal General para intentar verificar la autenticidad de la solicitud de Rajapaksa, informó la agencia de noticias Sputnik.
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Las protestas masivas contra el Gobierno empezaron a fines de abril. Los manifestantes acusan a las autoridades de aplicar una política económica que provocó la peor crisis en la historia del país.
Ayer, cuatro días después de que manifestantes irrumpieran en su residencia y en la del primer ministro, Rajapaksa anunció su intención de dimitir y abandonó el país con destino a las Maldivas.
Esta mañana, tras varios días de ocupación de edificios públicos, los manifestantes anunciaron el fin de la ocupación, aunque aclararon que mantendrían la presión hasta que Rajapaksa cumpla con su promesa de renuncia.
"Nos retiramos pacíficamente del Palacio Presidencial, la secretaría presidencial y la oficina del primer ministro con efecto inmediato, pero continuaremos nuestra lucha", dijo una vocera de los manifestantes.
Poco después, Singapur informó que Rajapaksa había ingresado a la ciudad-Estado procedente de Maldivas en visita privada y aclaró que no recibió asilo.
"Está confirmado que se le permitió entrar en Singapur en visita privada", dijo en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores. "No pidió asilo y tampoco le fue otorgado. Singapur en general no acepta pedidos de asilo", agregó.
Fuentes de seguridad dijeron que el mandatario, que viajó junto a su esposa y sus dos guardaespaldas a bordo de un avión de la compañía saudita Saudia, se quedará en Singapur durante algún tiempo, antes de irse a los Emiratos Árabes Unidos.
La población de cerca de 22 millones de habitantes de Sri Lanka, una isla ubicada al sur de India, vive la peor crisis económica y política de su historia.
Sufre escasez de productos esenciales por la falta de divisas para las importaciones, y los manifestantes consideran que la crisis se debe a una mala gestión de Rajapaksa.
El primer ministro, a quien el presidente nombró como jefe de Estado interino en su ausencia, pidió el desalojo de los edificios estatales e instruyó a las fuerzas de seguridad que hiciesen lo que fuera "necesario para restablecer el orden".
Un importante monje budista que apoya la protesta hizo un llamado a que el palacio presidencial, que tiene más de 200 años de antigüedad, sea devuelto a las autoridades y que se garantice la conservación de sus valiosas obras de arte.
"Este edificio es un tesoro nacional y debe ser protegido", dijo el monje Omalpe Sobitha a periodistas, informó la agencia de noticias AFP.
Desde la huida del Presidente el complejo fue abierto al público y miles de personas visitaron el edificio, que ya no contaba con la guardia que lo custodiaba.
Después de que su despacho fuera tomado, el primer ministor Ranil Wickremesinghe declaró que quienes ocupaban el edificio querían impedir que cumpliera con sus responsabilidades como Presidente interino.
"No podemos permitir que los fascistas tomen el control", señaló.
Un toque de queda decretado ayer fue levantado hoy, pero la policía informó que un soldado y un oficial fueron heridos en enfrentamientos durante la noche fuera del Parlamento.
El intento de tomar el Legislativo fracasó, a diferencia de otras instituciones que los manifestantes ocuparon sin problemas.
El principal hospital de la capital Colombo informó que 85 personas fueron admitidas con heridas ayer y que un hombre murió asfixiado después de haber inhalado gas lacrimógeno en la oficina del primer ministro.
Con información de Télam