La justicia alemana condena a cadena perpetua a un excoronel sirio por crímenes contra la humanidad

13 de enero, 2022 | 14.00

Un excoronel de los servicios de inteligencia sirios fue condenado hoy en Alemania a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad, segundo veredicto en este juicio sin precedentes sobre los abusos cometidos por el Gobierno de Bashar al Assad.

El Alto Tribunal regional de Coblenza, al oeste de Alemania, declaró a Anwar Raslan, de 58 años, culpable de la muerte de al menos 27 prisioneros y de la tortura de miles de presos en un centro de detención secreto en Damasco, entre 2011 y 2012.

Es la segunda condena que se pronuncia en este juicio histórico, tras la emitida en febrero de 2021 contra un agente de la inteligencia siria de menor grado que Raslan.

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Para estos procesos, Alemania aplica el principio jurídico de competencia universal que permite a un Estado juzgar a los autores de los crímenes más graves, sea cual sea su nacionalidad o el lugar donde fueron cometidos.

Raslan, en detención provisional desde hace tres años, nunca escondió su pasado desde que encontró refugio en Berlín con su familia en 2014. Sus defensores no dejaron de esgrimir que él mismo desertó en 2012 y trató de cuidar a los reclusos.

El alto responsable militar estaba acusado del asesinato de 58 personas y la tortura de 4.000 en el centro de detención Al Khatib, llamado también "rama 251". Sin embargo, no todos ellos pudieron ser demostrados en el proceso.

Al menos una docena de víctimas asistieron al veredicto. Familias sirias se reunieron desde temprano frente al tribunal, con carteles con el mensaje "¿Dónde están?", en referencia a sus allegados desaparecidos en centros de detención sirios.

"Me siento aliviado", dijo Wasim Mukdad, antiguo preso en Al Khatib que declaró ante el tribunal sobre sus abusos.

"Es una señal de que la tortura y los crímenes cometidos en Siria son crímenes contra la humanidad. Y que los autores de estos crímenes deben pagar el precio", añadió el músico de 36 años, que vive en Alemania, citado por la agencia de noticias AFP.

Al celebrar la condena, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, lo calificó como un "avance" hacia la justicia. Ese veredicto "sirve como un poderoso elemento disuasorio y ayudará a prevenir futuras atrocidades", expresó en un comunicado.

"Esto es realmente histórico", dijo el director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth, a los reporteros en Ginebra después de la sentencia.

Markus N. Beeko, director de Amnistía Internacional en Alemania, destacó que el tribunal "estableció clara y formalmente las condiciones inhumanas de detención, la tortura sistemática, la violencia sexual y los homicidios en Siria".

Casi 11 años después del inicio del levantamiento popular en Siria, este proceso, que se dividió en dos partes, es el primero que un tribunal examina en relación a los crímenes imputados al Gobierno sirio.

Previamente, el mismo tribunal había condenado a Eyad Al Gharib, un exmiembro de estos servicios de inteligencia, a cuatro años y medio de cárcel.

En ese fallo, el tribunal reconoció "un ataque extenso y sistemático contra la población civil" perpetrado por el Gobierno sirio a partir de marzo de 2011, cuando decenas de miles de personas salieron a la calle para reclamar una apertura democrática en el marco de la primavera árabe.

Raslan, quien dirigía el servicio de investigaciones de la "rama 251" en el tentacular aparato de seguridad sirio, permaneció callado durante este largo proceso, iniciado el 23 de abril de 2020.

El excoronel siguió el veredicto, traducido al árabe, sin emoción aparente.

En mayo de 2020, sus abogados leyeron una declaración escrita en la que negaba cualquier supuesta implicación y mantuvo esta versión en una declaración leída por su intérprete en enero, antes que la Corte se retirara a deliberar.

En el juicio testimoniaron más de 80 personas, entre ellas 12 desertores. Las víctimas expusieron los maltratos que sufrieron, como descargas eléctricas, golpes con cables, etc.

Algunas, sin embargo, rechazaron comparecer o lo hicieron con el rostro cubierto o usando una peluca por miedo a represalias contra sus familiares todavía en Siria.

El conflicto en Siria ha causado cerca de 500.000 muertos y obligado a 6,6 millones de personas a huir del país.

La próxima semana se abre otro juicio en Alemania, en Frankfurt, sobre un exmédico de una prisión militar de Homs acusado de torturar a los reclusos.

Con información de Télam