(Actualiza con nuevas declaraciones)
El grupo paramilitar ruso Wagner amenazó hoy con retirarse a partir del 10 de mayo de la ciudad de Bajmut, epicentro de los combates en el este de Ucrania, debido a la falta de municiones y responsabilizó al Ejército y al Ministerio de Defensa de la situación.
El jefe del grupo, Yevgueny Prigozhin, acusa desde hace meses al Estado Mayor ruso de no suministrarle suficientes municiones para que los paramilitares conquisten la localidad en la que se libra la batalla más larga desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero del año pasado.
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En tres videos publicados hoy, los ataques de Prigozhin alcanzan un nivel sin precedentes, dejando al descubierto las altas tensiones existentes entre las fuerzas de Moscú.
"Íbamos a tomar la ciudad de Bajmut antes del 9 de mayo", día en el que Moscú celebra tradicionalmente la victoria frente a la Alemania nazi en 1945, dijo Prigozhin en uno de sus videos.
"Cuando vieron eso, los burócratas del ejército detuvieron las entregas" de municiones, apuntó citado por la agencia de noticias AFP.
"Por lo tanto, el 10 de mayo de 2023 tendremos que entregar nuestras posiciones en Bajmut a las unidades del Ministerio de Defensa y retirar las unidades de Wagner a los campamentos de retaguardia", declaró.
Prigozhin explicó su decisión asegurando que, sin municiones, sus hombres se enfrentan "a una muerte absurda".
No estaba claro si sus declaraciones eran una decisión firme o un ultimátum, ya que el jefe de Wagner suele hacer declaraciones de este tipo, antes de dar marcha atrás.
Preguntado al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que había "visto esas declaraciones en los medios de comunicación", pero declinó hacer comentarios.
"Sí, por supuesto, hemos visto (esta información) en los medios de comunicación, pero no puedo comentarla, ya que está relacionada con el desarrollo de la operación militar especial", dijo el vocero, utilizando el nombre con el que Rusia denomina a la invasión.
En un segundo video, Prigozhin atacó directamente al ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov.
Caminando de noche entre decenas de cadáveres presentados como los de miembros del grupo paramilitar recién muertos en combate, dijo: "Estos tipos son de Wagner. Murieron hoy, su sangre aún está caliente (...) ¡Murieron para que puedan engordar en sus despachos!".
"¡Ustedes se sientan en sus clubes caros y sus hijos disfrutan de la vida, hacen videos en YouTube!", agregó Prigozhin, lanzando una salva de insultos.
"¡Shoigú! ¡Gerasimov! ¿Dónde está mi puta munición?", gritó enfadado.
Sus declaraciones se producen en un momento en que Ucrania asegura que está ultimando sus preparativos para una gran contraofensiva.
Rusia ordenó evacuar a familias con niños y a ancianos en 18 aldeas y ciudades que controla en el sur del país, aduciendo una intensificación de los bombardeos ucranianos.
Entre las localidades afectadas por esa decisión está Energodar, donde se halla la central nuclear de Zaporiyia. Más de 70.000 personas serán evacuadas, anunciaron las autoridades instaladas por Moscú en esas zonas.
El Ministerio de Defensa ruso se limitó a mencionar las "ofensivas" de Wagner en Bajmut y afirmó que contaban con el "respaldo" de "las unidades aerotransportadas" del ejército regular.
Según la viceministra de Defensa ucraniana, Ganna Maliar, Rusia confía en conquistar Bajmut el martes a más tardar, para dar lustre a la gran fiesta patriótica rusa. Maliar cree que la nueva táctica de Moscú consiste en "retirar hombres de Wagner" para "reemplazarlos por unidades de asalto paracaidistas" del ejército.
Moscú prepara ese día un gran desfile, pero las celebraciones fueron suspendidas en regiones fronterizas con Ucrania, que últimamente fueron blanco de actos de sabotaje, como incendios de refinerías y descarrilamientos de trenes.
Rusia imputa esos hechos a Ucrania, que nunca los reivindicó. También acusa a Ucrania de haber intentado asesinar el miércoles al presidente Vladimir Putin en el Kremlin, en un atentado con drones que Moscú considera que fue orquestado por Estados Unidos, que negó cualquier implicación.
El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, reiteró este viernes que un plan de ese tipo era impensable sin el apoyo de Washington y avisó que Moscú responderá con "acciones concretas".
Con información de Télam