Decenas de miles de manifestantes convocados por partidos de izquierda y derecha bloquearon hoy una autopista de Belgrado, la capital de Serbia, para pedir la renuncia de dos altos responsables gubernamentales y una regulación de los contenidos violentos difundidos en los medios de comunicación tras los tiroteos de la semana pasada.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, calificó las protestas de "golpe político".
"Organizan sus manifestaciones durante el luto de la nación, con el único objetivo de una toma violenta del poder", sentenció en cadena nacional.
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El jefe de Estado anunció una manifestación de sus aliados el 26 de mayo y aseguró que será "la mayor concentración de la historia serbia", según reporte de la agencia de noticias AFP.
Tras las matanzas, Vucic había prometido un amplio plan para desarmar a la población.
Serbia, un pequeño país de los Balcanes, sufrió dos ataques armados en menos de 48 horas, que dejaron 17 muertos.
El primero ocurrió el 3 de mayo cuando un estudiante de 13 años disparó en una escuela del centro de Belgrado y el otro al día siguiente, llevado a cabo por un hombre de 21 años en dos pueblos al sur de la capital.
Varios partidos de oposición, tanto de izquierda como de derecha, convocaron la protesta de este viernes, la segunda en una semana.
Los manifestantes reclaman que se revoquen las licencias de las cadenas de televisión que difunden programas violentos y la prohibición de periódicos progubernamentales que atizan las tensiones con artículos denigrantes sobre figuras opositoras.
Exigen también la renuncia del ministro del Interior y del jefe de los servicios de inteligencia, además de solicitar que el Parlamento convoque una sesión extraordinaria para analizar la reacción de las autoridades ante los hechos de violencia referidos.
Según el proyecto de investigación Small Arms Survey relacionado a encuestas sobre armas ligeras, un 39% de la población de esta nación de 7 millones de habitantes posee un arma de fuego, la tasa más alta de Europa.
Muchas armas quedaron en circulación tras las guerras de los Balcanes de la década de 1990, cuando se desató la sangrienta desintegración de Yugoslavia.
Con información de Télam