El máximo diplomático de la Unión Europea (UE) celebró hoy ocho horas de infructuosas conversaciones con los líderes de Serbia y Kosovo y los acusó del fracaso de su mediación para resolver una disputa por patentes de autos.
En medio de creciente tensiones entre los territorios balcánicos vecinos, el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, invitó al presidente serbio, Aleksandar Vucic, y al primer ministro kosovar, Albin Kurti, a conversar en la sede de la UE en Bruselas.
Borrell dijo tras el encuentro que los dos líderes tenían la responsabilidad de "desescalar urgentemente", pero que ambas partes habían mostrado un "comportamiento no constructivo" y una falta de respeto por sus obligaciones legales internacionales.
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"Y esto va en particular para Kosovo. Esto envía una señal política muy negativa", dijo a periodistas.
"Desafortunadamente, hoy no se acordó una solución", señaló segundo antes.
Una iniciativa de la UE llamada Diálogo Belgrado-Pristina, que busca normalizar las relaciones entre los antiguos enemigos de los Balcanes Occidentales, ha estado empantanada desde hace varios años.
El mes pasado, la UE advirtió a Serbia y a Kosovo -que es una exprovincia serbia de limitado reconocimiento internacional- que estaban al borde del precipicio y que si no resolvían su disputa iban a volver a caer en la violencia.
Tensiones de larga data entre ambos escalaron en semanas recientes por la decisión de Kosovo de prohibir la circulación de vehículos con patentes serbias, imitando una prohibición de patentes kosovares en territorio de Serbia.
De acuerdo con la medida, un número estimado de entre 6.000 y 10.000 serbios kosovares dueños de autos con patentes emitidas en Serbia antes de la independencia de Kosovo iban a ser advertidos hasta hoy, y luego multados en los próximos dos meses.
Desde el 1 de abril de 2023, sus autos serán confiscados.
Este mes, el rechazo a la medida de Kosovo quedó reflejado en la renuncia de 10 diputados serbios, 10 fiscales y 576 oficiales de Policía de la norteña región kosovar de Mitrovica.
Borrell dijo que una propuesta de solución que avanzó a ambas partes fue aprobada solo por Vucic, aunque prometió continuar los esfuerzos de mediación.
"Ahora espero que Kosovo suspende inmediatamente pasos adicionales relativos a la registración de vehículos en el norte de Kosovo", dijo el diplomático de la UE, y agregó que pidió a Serbia dejar de emitir nuevas patentes con acrónimos de ciudades de Kosovo.
Kurti responsabilizó a Borrell por centrarse en la disputa de las patentes y no en una normalización plena de relaciones entre Kosovo y Serbia.
"Estoy listo para volver y hablar sobre la base de la misma agenda: acuerdo de normalización plena de vínculos, lo cual tiene en su centro un reconocimiento bilateral, y otros asuntos de carácter diferente, como el caso de las patentes", dijo Kurti a periodistas.
"Uno no puede ir sin el otro", agregó, informó la agencia de noticias Europa Press.
Vucic acusó a Kurti del fracaso de la reunión.
"Se vienen noches en vela", dijo.
La presidenta kosovar, Vjosa Osmani, acusó a Borrell de "complacer al agresor e introducir una realidad totalmente distorsionada".
Las aspiraciones independentistas de Kosovo desataron una guerra en 1988-1989 en la que murieron unas 13.000 personas. Una rebelión separatista de los kosovares de etnia albanesa fue aplastada por el Ejército serbio. La OTAN bombardeó Serbia en 1999 para poner fin al conflicto.
Kosovo se independizó de manera unilateral de Serbia en 2008. Cerca de 100 países han reconocido su independencia, entre los que no está Argentina.
Con las renuncias de este mes, en las comisarías de Mitrovica quedan solo unos 50 policías albano-kosovares, dijo Borrell.
"Esto deja un vacío de seguridad muy peligroso, en una situación de seguridad ya de por sí frágil", agregó.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, demandó "responsabilidad" y "pragmatismo" a los líderes de Serbia y Kosovo, en un mensaje en Twitter luego del fracaso de su reunión en Bruselas.
"Se debe evitar una escalada", agregó Stoltenberg, que dijo que la misión de la OTAN en Kosovo, conocida como KFOR, "permanece vigilante".
Con información de Télam