(Agrega información de KFOR y decisiones de Kurti y Vucic)
La situación en el norte de Kosovo continuaba tensa hoy, con grupos de manifestantes serbios congregados frente a la municipalidad de Zvecan, donde ayer se registraron enfrentamientos que dejaron 30 soldados de las fuerzas internacionales heridos durante una protesta originada por recientes victorias electorales de alcaldes albaneses, que fue reprimida por la Policía.
Los efectivos de la fuerza internacional para Kosovo (KFOR), liderada por la OTAN, colocaron una barricada en torno del ayuntamiento para bloquear el acceso.
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Esta mañana, la OTAN informó que reforzaría ese contingente con "un batallón adicional de la fuerza", señala un comunicado del organismo.
"El despliegue de fuerzas adicionales de la OTAN en Kosovo es una medida prudente para garantizar que la KFOR tenga las capacidades que necesita para cumplir con nuestro mandato del Consejo de Seguridad de la ONU", informó el almirante Stuart B. Munsch, comandante del Mando Aliado de Fuerzas Conjuntas basado en Nápoles.
Una cronista de la agencia de noticias AFP describió que tres vehículos blindados de la policía kosovar estacionaron esta mañana frente a la municipalidad de Zvecan, 45 kilómetros al norte de Pristina, la capital de Kosovo.
La presencia de esta fuerza genera indignación entre los serbios, que son mayoritarios en cuatro localidades del norte de Kosovo.
Kosovo es un territorio poblado principalmente de personas de etnia albanesa, así como por una numerosa minoría de serbios, que anteriormente era una provincia del norte de Serbia. En 2008 declaró su independencia de manera unilateral.
Serbia se ha negado a reconocer la condición de Estado de Kosovo y todavía lo considera territorio propio, aunque no tiene control formal allí. La mayoría de los albaneses son musulmanes, mientras que el grueso de los serbios son cristianos ortodoxos.
La independencia de Kosovo ha sido reconocida por unos 100 de los más de 190 países, incluido Estados Unidos y la mayoría de los de la Unión Europea (UE).
Rusia, China y cinco naciones de la UE, entre ellas España, se han puesto del lado de Serbia. También para la Argentina, Brasil y casi todos los países sudamericanos, Kosovo es parte de Serbia.
El punto muerto ha mantenido las tensiones a fuego lento y ha impedido la estabilización total de la región de los Balcanes después de las sangrientas guerras de la década de 1990 de desintegración de la antigua Yugoslavia, el germen de Serbia.
Los serbios, que representan un 6% de la población de Kosovo, boicotearon las elecciones municipales de abril en cuatro localidades del norte donde son mayoría.
En los comicios resultaron electos alcaldes albaneses, pero con una participación menor al 3,5%.
Estos ediles, que los manifestantes consideran ilegítimos, asumieron sus cargos la semana pasada.
Ayer los serbios intentaron entrar por la fuerza en la municipalidad de Zvecan, pero fueran repelidos por la Policía de Kosovo con gases lacrimógenos.
En un comienzo, las fuerzas internacionales de la KFOR intentaron separar a los manifestantes de la Policía, pero después procedieron a dispersar a la multitud utilizando sus escudos y sus porras.
Entonces, los manifestantes respondieron lanzando piedras, botellas y cócteles molotov contra los efectivos.
Más de 50 manifestantes resultaron heridos, tres de ellos de "gravedad", según el presidente serbio, Aleksandar Vucic.
Al menos 34 efectivos de la KFOR, en su mayoría italianos, pero también húngaros y moldavos, resultaron heridos ayer en los disturbios en el norte de Kosovo. Los militares fueron agredidos en el municipio de Zvecan, donde manifestantes serbios arrojaron contra ellos cócteles molotov, petardos y piedras.
En tanto, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y el presidente serbio Vucic, declararon este martes que no asistirán al foro Globsec 2023, a celebrarse en Bratislava, Eslovaquia, reseñó la agencia de noticias Sputnik.
Vucic escribió en Instagram: "Me niego a viajar a Bratislava, quedo con mi pueblo y con nuestros militares. Serbia vencerá".
Este martes Rusia pidió a Occidente a que ponga fin a la "propaganda engañosa sobre Kosovo".
"Hacemos un llamado a Occidente a que ponga fin a su propaganda engañosa y que deje de atribuir la responsabilidad de los incidentes de Kosovo a los serbios abocados a la desesperación", dijo la Cancillería rusa.
China expresó también hoy su apoyo a los esfuerzos de Serbia para "salvaguardar su soberanía e integridad territorial".
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, hizo un llamado a los dirigentes de Kosovo y de Serbia para que "reduzcan las tensiones de forma inmediata", y sin condiciones.
El tenista serbio Novak Djokovic generó polémica ayer después de que escribiera "Kosovo es el corazón de Serbia. Stop a la violencia" en una cámara durante Roland Garros, el torneo que se celebra en Francia.
Con información de Télam