El Gobierno de Italia anunció hoy que se reforzará la seguridad en todas sus embajadas, un día después de los ataques contra sus sedes diplomáticas en Barcelona y Berlín, y que analiza con preocupación otros hechos de violencia contra instituciones del Estado.
En una entrevista con la cadena Rai, el ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, hizo el anuncio sobre las embajadas.
"Los carabineros están reforzando la seguridad en todas nuestras embajadas", dijo, y agregó que "se desplegarán guardias adicionales en algunos lugares de mayor riesgo".
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"Los agentes de la Guardia Financiera y los policías destacados en las embajadas están colaborando para intercambiar información con las autoridades locales, a las que hemos pedido para garantizar mayores controles", explicó Tajani.
La medida se da luego de que la embajada de Italia en Berlín, Alemania, y la sede del consulado general en Barcelona, España, sufrieran anoche sendos ataques.
En Berlín fue incendiado el automóvil del primer consejero de la embajada, Luigi Estero, mientras que en España fue vandalizado el edificio donde se encuentra la sede consular con pintadas en favor de la libertad de Alfredo Cospito, militante anarquista italiano, en huelga de hambre como protesta al régimen de aislamiento en prisión.
También un cóctel molotov fue lanzado anoche contra el distrito policial de Prenestino, en Roma.
El Gobierno reportó en un comunicado que estaba "siguiendo con preocupación y atención los nuevos casos de violencia contra (sus) funcionarios y representaciones diplomáticas", junto con la "violencia urbana" en Roma y Trento y otros incidentes, como una bala enviada por correo al director de un periódico toscano y el lanzamiento de un cóctel molotov contra una comisaría de la capital.
Esos actos no intimidarán a las instituciones", dijo el Gobierno, "especialmente si el objetivo es obtener una suavización de las condiciones de detención de los responsables de actos terroristas".
Aunque el Ejecutivo no mencionó explícitamente al movimiento anarquista ni el nombre de uno de sus miembros, Alfredo Cospito, en huelga de hambre para protestar contra su detención en una prisión de alta seguridad en Cerdeña bajo el régimen "41-bis", de aislamiento, las versiones señalan que las investigaciones a apuntan a esos grupos como posibles causantes.
Cospito, de 55 años, a quien la Justicia italiana considera el líder de la Federación Anarquista Informal (FAI), fue condenado en 2014 a casi 11 años de cárcel por disparar dos años antes contra el director de una empresa de energía nuclear.
"Los atentados perpetrados contra nuestra diplomacia no intimidarán a las instituciones", afirmó, por su parte, el ministro de Interior, Matteo PIantedosi, con palabras casi idénticas a las del texto oficial.
El ministro advirtió que "el Estado no se reconcilia con los que amenazan, menos aún si el objetivo es aliviar el endurecimiento del régimen de encarcelamientos de actos terroristas e insistió en que el Estado jamás se dejará amedrentar e influir por estas acciones del todo inaceptables".
Plantedosi expresó su solidaridad "con los uniformados que con gran profesionalismo y espíritu de sacrificio están enfrentando, aun en estos días y horas, las manifestaciones de quienes imaginan utilizar la amenaza y la violencia como método de condicionamiento de las instituciones".
Con información de Télam