El secuestrador de la sinagoga era británico y Biden definió el episodio como "un acto de terror"

16 de enero, 2022 | 21.31

(Agrega dichos del presunto hermano del atacante en párrafos 6 y 7 junto a nuevas declaraciones de Biden en párrafos 17 y 18)

Una toma de rehenes que se extendió por varias horas en una sinagoga de Texas terminó anoche con la liberación de todos los cautivos sanos y salvos y con la muerte del secuestrador, que pedía la liberación de una mujer pakistaní condenada por terrorismo y que luego fue identificado como un ciudadano británico, en un hecho que el presidente Joe Biden consideró "un acto de terror".

Después de unas diez horas de negociaciones que permitieron la liberación de un rehén, "un equipo de rescate irrumpió en la sinagoga" y liberó a las tres personas que seguían cautivas, explicó en rueda de prensa Michael Miller, jefe de la policía de la pequeña ciudad de Colleyville, publicó la agencia de noticias AFP.

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"El sospechoso está muerto", añadió Miller.

El agente especial del FBI en Dallas, Matt DeSarno, añadió que los cuatro rehenes, entre los que se encontraba el rabino de la Congregación Beth Israel Charlie Cytron-Walker, no precisaron de atención médica.

Más tarde, el atacante fue identificado como Malik Faisal Akram, de 44 años, ciudadano británico, según informó el FBI, cuyos voceros aseguraron que "en este momento, no hay indicios de que haya otras personas involucradas".

Horas más tarde, un hombre que se identificó en Facebook como hermano de Akram aseguró que el secuestrador abatido tenía problemas mentales y pidió perdón a las cuatro personas que estuvieron cautivas en la sinagoga, según informó AFP.

"Como familia, no aprobamos ninguna de sus acciones y nos gustaría disculparnos sinceramente y de todo corazón con todas las víctimas involucradas en el desafortunado incidente", dijo el individuo, y agregó que la familia espera recuperar el cuerpo de Akram para realizar el funeral en Gran Bretaña.

El sábado a las 21:30 de Texas (0:30 en la Argentina), los periodistas que estaban en las inmediaciones de la Congregación Beth Israel habían informado de una fuerte explosión y disparos justo antes de que el gobernador de ese estado, Greg Abbott, anunciara en Twitter que "todos los rehenes están vivos y a salvo".

La alerta saltó por la mañana del sábado y rápidamente circularon informes de que se trataba de un secuestro.

La cadena ABC News informó que el secuestrador estaba armado y decía tener bombas en varios lugares.

Citando a un funcionario de cargo alto, ABC reportó que el hombre exigía la liberación de la científica pakistaní Aafia Siddiqui, apodada "Lady Qaeda" por los diarios estadounidenses y condenada por terrorismo.

Siddiqui está recluida en la prisión del Centro Médico Federal (FMC) en Fort Worth, Texas, tras una sentencia en Nueva York en 2010 a 86 años de prisión por intento de asesinato de oficiales estadounidenses en Afganistán.

Algunos medios informaron que Akram era hermano de la llamada Lady Qaeda, pero la propia abogada de Siddiqui, Marwa Elbially, en declaraciones a la cadena CNN, negó el parentesco y hasta condenó la toma de rehenes.

El secuestro en el templo religioso de Colleyville, a unos 40 kilómetros al oeste de Dallas, fue seguido con preocupación por la comunidad judía de Estados Unidos y por el Gobierno israelí.

Biden también estuvo informado de la situación a lo largo del sábado, indicó la portavoz de la Casa Blanca.

Más tarde, el mandatario se limitó a afirmar que se trató de "un acto de terror", según la agencia Sputnik, aunque este domingo por la tarde volvió a hablar del episodio durante un diálogo con periodistas tras un acto en Filadelfia.

Al referirse al ataque a la sinagoga de Colleyville, Biden aseguró que se trató de "un acto de terrorismo" relacionado con "alguien que fue detenido hace quince años y ha estado en la cárcel durante diez años", en lo que fue interpretado como una confirmación de que el secuestrador exigía la liberación de la científica Siddiqui.

Además, Biden prometió "oponerse al antisemitismo y al aumento del extremismo en este país".

Desde Londres, en tanto, la ministra de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Liz Truss, consideró el hecho "un acto de terrorismo y antisemitismo".

"Mis pensamientos están con la comunidad judía y con todos los afectados por este atroz acto en Texas. Condenamos este acto de terrorismo y antisemitismo", señaló la jefe de la diplomacia británica en su cuenta de la red Twitter.

Y añadió: "Estamos con Estados Unidos en la defensa de los derechos y las libertades de nuestros ciudadanos frente a quienes difunden el odio".

Con información de Télam