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El Partido de la Coalición Nacional (PCN, conservador) se imponía ajustadamente en las reñidas elecciones parlamentarias celebradas hoy en Finlandia, con menos de un punto de ventaja sobre la ultraderecha y sobre el socialismo hasta ahora gobernante, según una proyección privada sobre 99,1% del escrutinio oficial.
El PCN reunía 20,8% de los votos y de ese modo obtendría 48 de las 200 bancas totales del parlamento, 10 más que las que tiene actualmente.
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En segundo lugar se ubicaba el Partido de los Finlandeses (PF, ultraderecha), con 20% de los sufragios y 46 escaños (siete más que ahora), y tercero, el Partido Socialdemócrata (SDP) de la primera ministra Sanna Marin, con 19,9% de los votos y 43 bancas (tres más), de acuerdo con la proyección divulgada por la televisora estatal YLE.
La participación fue de 71,9%, según la agencia de noticias Europa Press.
"Ha sido una gran victoria", afirmó el líder del PCN, Petteri Orpo, quien anticipó su intención de formar un gobierno de coalición liderado por su partido, que, dijo, "recuperará Finlandia".
Tradicionalmente, según la forma de gobierno parlamentaria de Finlandia, la formación que logra más votos entre los ocho principales partidos en el parlamento suele reclamar el puesto de primer ministro y trata de formar gobierno.
Marin destacó como "un logro positivo" que su partido haya ganado más bancas que las que tenía y felicitó al PCN y al PF por el resultado de la votación.
"La democracia habló, el pueblo finlandés votó y la fiesta de la democracia siempre es algo maravilloso; tenemos razones para estar contentos con este resultado", dijo la primera ministra.
Asimismo, la dirigente del PF Rikka Purra valoró que esa fuerza haya "conseguido el mejor resultado" de su historia.
Los finlandeses votaron para elegir su nuevo gobierno en elecciones legislativas en las que tanto el PCN, de centroderecha, como el PF, nacionalista, euroescéptico y antinmigración, buscaban desbancar a Marin.
La joven política asumió el cargo en 2019, con 34 años, convirtiéndose en la primera ministra más joven del mundo, y las encuestas la colocan como la premiere más popular del siglo en Finlandia, pero ese éxito no le aseguraba los suficientes diputados en el parlamento.
De hecho, los últimos sondeos previos habían ubicado al SDP en tercer lugar por intención de voto.
Cerca de 40% de los electores votaron con antelación.
Finlandia podría sumarse así a la ola nacionalista que recorre Europa, después de la llegada de los conservadores al poder en la vecina Suecia y la victoria en Italia de una coalición de derecha que incluye a la ultraderecha.
Los comicios se produjeron apenas unos días después de que Turquía diera luz verde el jueves a su entrada en la OTAN.
"Los sondeos muestran que la tendencia política más derechista en Finlandia está ganando fuerza", había advertido Juho Rahkonen, del instituto de investigación E2, según la agencia AFP.
"Aunque Marin es excepcionalmente popular, también despierta oposición y la división política se ha reforzado", explicó Rahkonen.
Mientras unos la ven como una líder firme que logró gestionar la pandemia del Covid-19 y el proceso de adhesión a la OTAN, otros la consideran como una líder sin experiencia responsable del aumento de la deuda pública.
Uno de ellos es Orpo. "Quiero arreglar nuestra economía, quiero impulsar el crecimiento económico", declaró la semana pasada, y acusó a Marin de no preocuparse por ese tema.
La relación deuda/PIB de Finlandia pasó de 64% en 2019 a 73%, una cifra que la Coalición Nacional propone rebajar recortando el gasto en 6.500 millones de dólares.
Marin, en cambio, acusa a la Coalición Nacional de querer "quitar a los pobres para dar a los ricos".
En la pugna se sitúa también el Partido de los Finlandeses, cuyo respaldo se disparó desde el pasado verano boreal ante el encarecimiento de la energía y el costo de vida vinculado a la guerra en Ucrania.
El partido euroescéptico promueve una política dura contra la inmigración, se fija a largo plazo salir de la Unión Europea (UE) y quiere aplazar el objetivo de neutralidad de carbono del país fijado en 2035.
Las negociaciones para formar gobierno amenazan con ser arduas.
Marin ya descartó formar gobierno con el Partido de los Finlandeses, que tachó de "abiertamente racista".
El líder de la Coalición Nacional aseguró que está abierto a esta opción, pese a chocar con la formación respecto a los temas de inmigración, UE y política climática.
Con información de Télam