La ONG Save the Children informó hoy que 1.888 centros escolares fueron atacados desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, una cifra superior a la registrada en los siete años que siguieron al estallido de la guerra de Crimea, antesala del actual conflicto.
Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania, la cifra es más del doble de la registrada entre 2014 y 2021, cuando unos 750 centros educativos resultaron dañados, destruidos o se vieron obligados a cerrar sus puertas, reportó la agencia Europa Press.
De las 1.888 escuelas atacadas desde febrero, unas 180 -casi un diez por ciento- quedaron totalmente destruidas, mientras que las más de 1.700 restantes sufrieron daños.
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Más de la mitad de los centros atacados se encuentran en la zona este de Ucrania, según recoge Save the Children en un comunicado.
"El hecho de que Ucrania se enfrente a ataques récord en las escuelas debería indignar a toda la comunidad internacional. El riesgo para las vidas y el futuro de los niños aumenta con cada nuevo día de guerra", aseguró el director general de la organización en España, Andrés Conde.
"Esta guerra debe terminar ya", afirmó Conde en alusión a un conflicto que ya interrumpió el ciclo educativo de los cerca de 7,5 millones de niños que habitaban Ucrania a principios de año.
Con el estallido de la guerra, más de 6,8 millones de personas abandonaron el país, el 50 por ciento de los menores de 18 años.
Actualmente, todos los centros educativos en Ucrania están cerrados, aunque Save the Children señaló que ayudó a las autoridades ucranianas a mejorar el sistema de aprendizaje 'online' del país para que los niños aún puedan tener acceso a educación a distancia.
En este contexto, Save the Children lamentó que los combates recientes hayan exacerbado una situación humanitaria ya de por sí grave, especialmente en zonas orientales del país.
Antes de esta invasión, con la consecuente escalada de la violencia, muchos niños en el este de Ucrania ya estaban "demasiado asustados para asistir a clase y angustiados por la presencia de soldados armados en sus escuelas y sus alrededores", dijo la ONG.
En consecuencia, Save the Children hizo un llamamiento a las partes del conflicto para que cesen los ataques y las amenazas contra las escuelas y se abstengan de cualquier uso militar de las instalaciones educativas.
"La presencia de militares u otros grupos armados en las escuelas daña las instalaciones, interrumpe la educación de los estudiantes y puede provocar ataques de las fuerzas opuestas", advirtió la ONG.
Con información de Télam