Rusia rechaza denuncia de querer desestabilizar a Moldavia y la vincula a la "rusofobia"

14 de febrero, 2023 | 13.01

Rusia desmintió hoy una denuncia de la presidenta de Moldavia de que planea desestabilizar y provocar la caída de su Gobierno proeuropeo, en medio de un creciente deterioro de las relaciones entre ambos países por la invasión de la vecina Ucrania.

La vocera de la Cancillería rusa dijo que las afirmaciones de ayer de la presidenta Maia Sandu eran "infundadas" y formaban parte de una narrativa "rusófoba" impulsada por los adversarios de Rusia.

La portavoz, Maria Zajarova, agregó que este tipo de acusaciones "no se sostienen" e integran el paquete de "antiguos trucos de Estados Unidos y otros países de Occidente" contra Rusia.

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"Dicen que estas acusaciones están relacionadas con información de inteligencia que no puede ser verificada, pero luego la utilizan para justificar sus propias acciones ilegales" y provocar tensión entre Rusia y Moldavia, agregó.

Sandu dijo ayer en conferencia de prensa que el plan ruso incluía "atentados contra edificios estatales y la toma de rehenes por parte de saboteadores de origen militar disfrazados de civiles".

La información había sido mencionada por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, durante una visita a Bruselas la semana pasada y, según él y Moldavia, procede de documentos interceptados por el servicio secreto ucraniano.

Los servicios de inteligencia moldavos confirmaron la información sin dar detalles, afirmando que habían "identificado actividades destinadas a debilitar y desestabilizar" esta exrepública soviética de 2,6 millones de habitantes, situada entre Rumanía y Ucrania.

En medio de esta tensión, Moldavia cerró hoy por tres horas su espacio aéreo por "razones de seguridad".

El Gobierno no dio más detalles, pero la prensa moldava habló de "un dron extranjero que vuela sin autorización".

Moldavia, candidata a entrar en la Unión Europea (UE) desde mediados de 2022, ha sufrido varias crisis desde el inicio de la guerra en Ucrania y lleva varios meses denunciando el "chantaje energético ruso", que redujo la mitad sus entregas de gas.

Las principales preocupaciones de Moldavia se centran en su región de Transnistria, una franja de territorio que se extiende por la frontera oriental del país, el límite con Ucrania, que es controlada por separatistas prorrusos.

Esta región se separó del territorio moldavo tras una breve guerra civil en 1992, en la que contó con la ayuda rusa, y provocada tras el desmembramiento de la Unión Soviética, de la cual tanto Moldavia como Ucrania formaban parte.

Sin reconocimiento internacional, ni de Rusia, se proclamó como república el 29 de octubre de 1990 y cuenta con un 12% del territorio moldavo y un 23% de la producción industrial nacional, más el estratégico control de vías de transporte y gasoductos.

De unos 500.000 habitantes, tiene su propia moneda pero es sumamente dependiente de Rusia, que le suministra gratuitamente gas y tiene desplegados unas 20.000 toneladas de armamento de la época soviética.

Rusia tiene 1.500 soldados en la región. Rusia, que dice haber invadido a Ucrania para proteger a los rusoporalantes del este del país de ataques del Gobierno de Kiev, dice que los rusoparlantes de Transnistria son hostigados por el Gobierno de Sandu.

Durante la invasión de Ucrania, generales rusos dijeron que uno de los objetivos de Rusia era conquistar todo el este y sur rusoparlante de Ucrania hasta llegar a Transnistria, que limita con Ucrania por el oeste.

Moldavia ha denunciado la caída o el paso de misiles rusos en su territorio.

Por su parte, las autoridades de Transnistria y Rusia han denunciado atentados con explosivos, incluyendo contra edificios públicos, torres de transmisión radial y depósito de municiones del Ejército ruso.

Con información de Télam