Un satélite iraní fue lanzado con éxito al espacio hoy por un cohete ruso desde Kazajistán, en medio de temores de que sea utilizado en la invasión militar rusa a Ucrania.
Imágenes transmitidas por la agencia espacial rusa Roscosmos mostraron al cohete Soyuz-2.1b con el satélite Khayyam cuando despegó desde el cosmódromo de Baikonur, bajo control ruso.
El satélite lleva el nombre del poeta y erudito persa Omar Khayyam (1048-1131).
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Irán, que mantiene vínculos con Rusia y evita criticar la invasión a Ucrania, buscó despejar las sospechas de que Moscú utilizaría el Khayyam para vigilar objetivos militares en Ucrania.
La semana pasada, el diario estadounidense The Washington Post citó a un funcionario occidental de inteligencia diciendo que Rusia "piensa usar el satélite por varios meses o más" para apoyar sus operaciones militares antes de permitir que Irán tome el control, consignó la agencia de noticias AFP.
Pero la Agencia Espacial Iraní (AEI) aseguró este domingo que la república islámica controlará el Kayyam "desde el día uno".
"Ningún tercer país podrá acceder a la información" enviada por el satélite debido a su "algoritmo encriptado", aseguró.
La misión del Kayyam es "monitorear las fronteras del país", aumentar la productividad agrícola y monitorear los recursos hídricos y los desastres naturales, precisó la agencia.
En una reciente declaración, la AEI exaltó "el alto factor de confiabilidad del lanzador Soyuz".
"Debido al peso del satélite Kayyam de más de dos y media toneladas y la alta tasa de éxito del lanzador Soyuz, el lanzamiento del satélite Khayyam fue confiado a Rusia", según un comunicado colgado en el sitio web de la AEI.
Ante el aislamiento internacional de Moscú por las sanciones occidentales, el Kremlin ha buscado acercarse a Medio Oriente, Asia y África, en busca de nuevos clientes para su atribulado programa espacial.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió en julio con su par iraní, Ebrahim Raisi, y el líder supremo Ali Jamenei en Teherán, en uno de sus pocos viajes al exterior desde la invasión a Ucrania, el 24 de febrero último.
Irán actualmente negocia con las potencias mundiales, incluido Rusia, para rescatar un acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní.
Estados Unidos, que abandonó el acuerdo en 2018 durante el Gobierno del expresidente Donald Trump, acusa a Irán de apoyar la guerra rusa contra Ucrania bajo un "manto de neutralidad".
Durante su reunión de julio con Putin, Jamenei planteó una "cooperación de largo plazo" con Rusia, y Teherán se ha negado a sumarse a la condena internacional de la invasión a Ucrania.
Irán insiste en que su programa espacial tiene fines civiles y defensivos, y que no rompe el acuerdo nuclear de 2015.
Los gobiernos occidentales temen que los sistemas de lanzamiento satelitales incorporen tecnologías intercambiables con los de los misiles balísticos, capaces de lanzar una ojiva nuclear, algo que Irán ha negado que pretenda construir.
Con información de Télam