El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó hoy que continuará defendiendo una política exterior "soberana" y denunció la voluntad de "hegemonía" de los países occidentales, poco antes del inicio de la 77ª Asamblea General de las Naciones Unidas, marcada este año por la ofensiva de Moscú en Ucrania.
El líder ruso se ausentará nuevamente este año del foro de Naciones Unidas, al que no asiste de manera presencial desde 2015, y envió a su canciller, Sergei Lavrov, quien representará a Moscú en medio de un contexto global tensado por la invasión a Ucrania.
No obstante, Putin criticó hoy la situación que atraviesa la comunidad internacional al recibir las credenciales de una veintena de nuevos embajadores en la capital rusa.
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"Lamentablemente, el desarrollo hacia la multipolaridad tropieza con la resistencia de quienes se esfuerzan por mantener un papel hegemónico en los asuntos del mundo y buscan controlarlo todo: América Latina, Europa, Asia y África", dijo el mandatario ruso en una referencia indirecta a Estados Unidos y sus aliados.
"Hay que decirlo claramente: los que están en posición de hegemonía están bastante bien desde hace bastante tiempo, pero no puede continuar así para siempre. Esto es imposible, independientemente de los acontecimientos en Ucrania", agregó.
En ese sentido, el jefe del Kremlin ratificó que Rusia no se desviará de "nuestra trayectoria soberana", según reportó la agencia de noticias AFP.
"Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tenemos la intención de seguir promoviendo una agenda internacional unificadora y de contribuir a la solución de graves crisis regionales", explicó.
Durante su discurso, Putin volvió a denunciar las "sanciones ilegítimas" adoptadas por algunos países de Occidente "para reforzar su posición" que, según él, "tienen consecuencias negativas para sí mismos", pero también "sobre Estados totalmente inocentes (que) sufren de tal política, en primer lugar los países en desarrollo y los más pobres".
En concreto, el presidente ruso mencionó las naciones africanas, el sur de Asia y América Latina como aquellas que "se ven principalmente afectadas por las restricciones occidentales en el suministro de energía, alimentos y fertilizantes rusos en los mercados mundiales".
Rusia, potencia mundial de cereales, no puede vender su producción y sus fertilizantes debido a las sanciones impuestas por la Casa Blanca y la Unión Europea (UE) en respuesta a su ofensiva en Ucrania, que afectan a los sectores financieros y logísticos.
En 2021, el país era el primer exportador de fertilizantes nitrogenados y el segundo proveedor de fertilizantes potásicos y fosforados, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
"El colmo del cinismo es que incluso nuestra oferta de transferir gratuitamente 300.000 toneladas de fertilizantes rusos bloqueados en los puertos europeos debido a las sanciones a los países que los necesitan sigue sin respuesta", deploró el líder ruso.
Estas declaraciones se suman a los cuestionamientos cada vez más frecuentes de Moscú a los dos acuerdos celebrados el pasado julio en Estambul, que reanudaron la exportación de trigo y maíz desde Ucrania pese a la guerra.
El Kremlin afirma, entre otras cosas, que la mayor parte de los alimentos ucranianos van a los países europeos, algo que Kiev desmiente.
Con información de Télam