Presidenta de Moldavia denuncia nuevo plan de Rusia para derrocar a su Gobierno

13 de febrero, 2023 | 15.10

La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, denunció hoy planes de Rusia para derrocar al gobierno proeuropeo de su país y anunció nuevas medidas de seguridad, en medio de un severo deterioro de las relaciones con Moscú por la invasión de la vecina Ucrania.

"El plan incluye atentados contra edificios estatales y la toma de rehenes por parte de saboteadores de origen militar disfrazados de civiles", declaró Sandu a la prensa, días después de que los servicios de inteligencia del país anticiparan tales planes.

La información también fue mencionada por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, durante una visita a Bruselas la semana pasada y, según él y Moldavia, procede de documentos interceptados por el servicio secreto ucraniano.

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Los servicios de inteligencia moldavos confirmaron la información sin dar detalles, afirmando que habían "identificado actividades destinadas a debilitar y desestabilizar" esta exrepública soviética de 2,6 millones de habitantes, situada entre Rumanía y Ucrania.

Los servicios secretos ya habían anticipado la semana pasada que Rusia planeaba acciones de desestabilización para reemplazar al Gobierno actual por otro prorruso.

Planes similares habían sido denunciados por Moldavia, cuya capital es Chisinau, en abril de 2022 en medio de las primeras tensiones con Rusia por la invasión de Ucrania, que para entonces ya llevaba dos meses.

"El objetivo es derrocar el orden constitucional y sustituir el poder legítimo en Chisinau por uno ilegítimo", dijo hoy Sandu, en el cargo desde diciembre de 2020.

Según ella, el Kremlin cuenta con "la implicación de fuerzas internas", como el partido del magnate prorruso prófugo Ilan Sor, pero también de ciudadanos rusos, bielorrusos, serbios y montenegrinos.

Moldavia, candidata a entrar en la Unión Europea (UE) desde mediados de 2022, ha sufrido varias crisis desde el inicio de la guerra en Ucrania y lleva varios meses denunciando el "chantaje energético ruso", que redujo la mitad sus entregas de gas.

Las principales preocupaciones de Moldavia se centran en su región de Transnistria, una franja de territorio que se extiende por la frontera oriental del país, el límite con Ucrania, que es controlada por separatistas prorrusos.

Esta región se separó del territorio moldavo tras una breve guerra civil en 1992, en la que contó con la ayuda rusa, y provocada tras el desmembramiento de la Unión Soviética, de la cual tanto Moldavia como Ucrania formaban parte.

Sin reconocimiento internacional, ni de Rusia, se proclamó como república el 29 de octubre de 1990 y cuenta con un 12% del territorio moldavo y un 23% de la producción industrial, más el estratégico control de vías de transporte y gasoductos.

De unos 500.000 habitantes, tiene su propia moneda pero es sumamente dependiente de Rusia, que le suministra gratuitamente gas y tiene desplegados unas 20.000 toneladas de armamento de la época soviética.

Rusia tiene 1.500 soldados en la región. Rusia, que dice haber invadido a Ucrania para proteger a los rusoporalantes del este del país de ataques del Gobierno de Kiev, dice que los rusoparlantes de Transnistria son hostigados por el Gobierno de Sandu.

Durante la invasión de Ucrania, generales rusos dijeron que uno de los objetivos de Rusia era conquistar todo el este y sur rusoparlante de Ucrania hasta llegar a Transnistria, que limita con Ucrania por el oeste.

Moldavia ha denunciado la caída o el paso de misiles rusos en su territorio.

Por su parte, las autoridades de Transnistria y Rusia han denunciado atentados con explosivos, incluyendo contra edificios públicos, torres de transmisión radial y depósito de municiones del Ejército ruso.

Con información de Télam

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