La situación de Chernobil es "bastante normal", explicó el jefe del OIEA, el argentino Grossi

01 de abril, 2022 | 13.21

El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, indicó hoy que la situación radioactiva de la antigua planta nuclear de Chernobil es "bastante normal" tras la toma y retirada de las fuerzas rusas y anunció que visitará la central "cuanto antes".

Al volver a Viena, sede de la agencia, tras visitar Ucrania y Rusia, dijo que los representantes de ambos países coincidieron en la necesidad de "proteger la integridad física" de los sitios nucleares en el territorio ucraniano en medio de la guerra.

Las tropas rusas se retiraron el miércoles por completo de la central que ocupaban desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, informaron autoridades ucranianas y estadounidenses.

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La ocupación encendió la alarma por la falta de información sobre la situación de la planta y la ausencia de rotación del personal encargado de su control.

Grossi explicó que encabezará una "misión de asistencia y apoyo" a estas instalaciones, escenario en 1986 del mayor desastre atómico de la historia.

No aclaró cuándo viajará, más allá de decir que irá "cuanto antes", consignó la agencia de noticias Europa Press.

El jefe del OIEA espera que sea "la primera de varias" visitas para garantizar la seguridad de las centrales nucleares de Ucrania, después de advertir en estas últimas semanas del riesgo de que se produzca un accidente en zonas como Chernobil o Zaporiyia, que alberga la mayor central nuclear de Europa.

Grossi llegó a Ucrania a principios de esta semana y posteriormente viajó a Rusia, donde se reunió con el director general de la agencia nuclear (Rosatom) y otros altos cargos.

El reactor número 4 de la central de Chernobil explotó en 1986, causando la peor catástrofe nuclear civil de la historia. Está cubierto por un doble sarcófago, uno construido por los soviéticos, ahora averiado, y otro más moderno, inaugurado en 2019.

Los tres otros reactores de la central fueron progresivamente cerrados después de la catástrofe, el último en 2000.

Con información de Télam