Italia entregó al secretario general de la ONU, António Guterres, un plan de cuatro etapas para restablecer la paz en Ucrania, informó hoy la prensa local.
El documento, elaborado en la Farnesina, sede de la Cancillería italiana, fue presentado ayer en Nueva York por el canciller Luigi Di Maio, durante una entrevista con Guterres.
En su primer punto prevé el cese del fuego, que "debería acompañarse con mecanismos de supervisión y desmilitarización de la línea del frente", indicó el diario La Repubblica, en su versión digital.
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El segundo punto es la neutralidad de Ucrania, que tiene que ser respaldada por una "garantía" política internacional y se discutirá en el marco de una conferencia de paz.
Según precisó el periódico, la condición de la neutralidad debe ser compatible con la eventual adhesión de Ucrania a la Unión Europea (UE).
La cuestión territorial, en primer lugar, el estatus de la península de Crimea -anexada por Rusia en 2014- y la región del Donbass, que alberga poblaciones rusoparlantes que proclamaron su independencia, constituye el tercer apartado del plan italiano, mientras en la última parte se propone elaborar un nuevo acuerdo multilateral sobre la paz y seguridad en Europa.
Las cuatro etapas estarán bajo la supervisión de un Grupo de Facilitación Internacional (GIF).
Italia propone que los países y las organizaciones internacionales, en particular la ONU y la UE, formen parte de él.
No se define una lista completa de las naciones involucradas porque la idea es hacer una propuesta que pueda ser enmendada.
El GIF -señala uno de los pasajes del documento- "favorecería las actividades de monitoreo, el despliegue de cascos azules y el establecimiento de misiones de observación para asegurar la implementación de los diversos acuerdos alcanzados por las partes con la asistencia y el apoyo internacionales".
El 24 de febrero pasado Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos provincias -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.
Ucrania, en cambio, afirma que con la invasión militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.
Con información de Télam
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