Delegaciones de Israel y de la Autoridad Palestina se reunirán mañana en Jordania para tratar de restablecer la calma en los territorios palestinos ante la escalada de violencia que ha dejado en la última semana decenas de muertos, afirmó hoy un responsable del Gobierno jordano.
"Esta reunión llega en un momento muy crítico y es un paso necesario de Jordania para tratar de llegar a un acuerdo entre Israel y los palestinos para poner fin a la escalada de violencia", dijo un responsable jordano bajo condición de anonimato a la agencia de noticias AFP.
El encuentro "político" y "de seguridad" tendrá lugar en la estación balnearia de Aqaba, en el mar Rojo, en presencia de representantes de Estados Unidos y de Egipto, vinculados -como Jordania- por un tratado de paz con Israel.
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Según precisó el funcionario, las conversaciones tienen como objetivo "reforzar la confianza" entre el Gobierno de Tel Aviv y los palestinos y lograr medidas de apaciguamiento.
"Son parte de los esfuerzos intensificados de Jordania en coordinación con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y otras partes para poner fin a las medidas unilaterales (de Israel) y al deterioro de la seguridad, que podría alimentar más violencia (...)", explicó la fuente gubernamental.
Las fuerzas israelíes mataron el pasado miércoles a 11 palestinos, entre ellos, a un adolescente de 16 años, según informó el Ministerio de Salud palestino, e hirieron de bala a más de 80 personas en una operación en la ciudad norteña de Naplusa. Se trata del balance más mortífero desde 2005.
Desde principios de año, el conflicto ha costado la vida a 61 palestinos (tanto miembros de grupos armados como civiles, incluidos menores), a 10 israelíes (un policía y nueve civiles, tres de ellos menores) y una ciudadana ucraniana, según un balance de la AFP realizado a partir de fuentes oficiales israelíes y palestinas.
La operación militar del miércoles, la última de una serie de sangrientas intervenciones de Israel en Cisjordania, se produjo dos meses después de la investidura de un nuevo Gobierno de Benjamin Netanyahu en Israel, uno de los más conservadores de la historia del país, y en el que abundan los partidarios de la mano dura con los palestinos.
El primer ministro israelí viajó a la capital jordana, Amán, en enero para un poco habitual encuentro con el rey Abdullah II, quien insistió en "la necesidad de mantener la calma y cesar la violencia", según dijo el palacio real.
La creciente violencia golpeó a gran parte de Cisjordania y 2022 fue el año más letal en ese territorio desde que la ONU comenzó a registrar las muertes en 2005.
Unas 235 personas murieron el año pasado en el conflicto palestino-israelí, incluyendo atacantes, militantes y civiles.
Con información de Télam