El Partido Laborista se prepara para volver a gobernar el Reino Unido después de 14 años. De acuerdo a los sondeos, el espacio de centro izquierda liderado por Keir Starmer obtendría una amplia victoria sobre el Partido Conservador el próximo 4 de julio. El oficialismo del premier, Rishi Sunak, podría enfrentar su mayor derrota histórica y verse arrinconado no solo por los laboristas desde un sector más progresista, sino también por el candidato que reapareció esta semana en la escena política nacional, Nigel Farage, mentor del Brexit y quien podría presionar para correr más a la derecha a los conservadores.
Adelanto
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Hace apenas unos días, el premier Sunak sorprendió cuando dio a conocer que adelantaba las elecciones para el próximo mes cuando tenía tiempo para hacerlo hasta enero de 2025. Los análisis que surgieron sobre la decisión del premier fueron varios, en un momento en el que las encuestas dan en picada al Partido Conservador y quizás extender la fecha representaría extender también la agonía. Hasta el momento, los sondeos le dan una clara victoria de 20 puntos arriba al Partido Laborista que se ilusiona con volver a gobernar ya que no lo hace desde que el premier de centroizquierda, Gordon Brown, dejó su cargo en el 2010, cuando ganó el conservador y hoy canciller David Cameron.
“Hay que decidir si queremos seguir construyendo el futuro que ustedes han hecho o arriesgarse arrancar desde cero”, afirmó Sunak empapado por la lluvia frente al número 10 de Downing Street, al anunciar su decisión de adelantar las elecciones generales. Si bien el premier en poco más de un año y medio de gobierno, logró mejorar los índices de inflación o incluso evitó la recesión económica que se esperaba, pareciera no alcanzar para satisfacer a una sociedad que tuvo varias complicaciones tras el Brexit, y que ha visto pasar a cincos premiers en 14 años que van desde Cameron, a Theresa May, Boris Johnson, Liz Truss a el actual mandatario.
MÁS INFO
Algunos análisis sugieren que ciertas mejoras económicas no logran calar en la sociedad británica, que según YouGov enumera entre sus principales críticas al laborismo temas como vivienda, migración, salud e incluso el Brexit. Esta semana se dio el primer debate entre Sunak y Starmer y temas como la migración o los impuestos fueron los que generaron más cortocircuito. El candidato le cuestiona al gobierno la decisión de deportar a Ruanda a los inmigrantes que lleguen de forma irregular pero a su vez tampoco fue muy claro en la respuesta de qué haría con la migración, un tema de la agenda británica. A su vez, desde el conservadurismo sostienen que los laboristas van a aumentar las grabaciones a los trabajadores y desde el espacio de izquierda le recriminan haber aliviado las cuentas de los multimillonarios.
“Al Partido Conservador lo corren más con cuestiones sociales como la salud, inmigración, política habitacional, temas en los que los laboristas son más fuertes. Cuando preguntan en quién confían para resolver los problemas de la economía, los británicos contestan que los laboristas están mejor posicionados para resolver la economía. Hacía años que no pasaba eso. Después de la salida de (Tony) Blair, los británicos confiaban más en los conservadores para resolver la economía. Por lo cual, el laborismo no solo está siendo fuerte en los temas que domina, sino también está siendo fuerte en el caballito de batalla del Partido Conservador”, aseguró a El Destape el consultor político y Coordinador General del Observatorio Pulsar (UBA), Facundo Cruz.
¿Batalla perdida para los conservadores?
“Los primeros sondeos que aparecieron después de que se conociera la decisión de Sunak de convocar a elecciones muestran un descalabrado total del Partido Conservador. Primero perdería la mayoría y estaría cerca de los sus pisos históricos, hasta podría romperlos, en torno a las 100 bancas. Nunca sacó menos de tres cifras, si llega a sacar menos sería la primera vez en su historia”, explicó Cruz y recordó que los conservadores han gobernado con mayoría absoluta y prácticamente no han necesitado aliados.
“Sería un golpe durísimo a la fortaleza que ha tenido el conservadurismo en el Reino Unido”, continuó. El especialista agregó que como contrapartida a la posible derrota conservadora, el laborismo sería el gran beneficiario de esta crisis. Según las encuestas, mide en torno al 40% o 45% y podría obtener unas 400 o más bancas. “Como en Reino Unido el sistema electoral es mayoritario simple, no necesariamente esa proporción de votos se traduce en la misma proporción de bancas, podés tener un plus de bancas, podés tener una proporción de bancas superior a la proporción de votos, esta distribución del electorado podría dejar al partido laborista arriba de las 400, 420, 405. Eso el laborismo solo lo vio con Tony Blair las dos veces que ganó las elecciones y estaría duplicando las bancas que tienen hoy”.
MÁS INFO
En todo ese contexto beneficioso para el laborismo, aparece la imagen de Starmer que comenzó a tener protagonismo, incluso internacional, con la pandemia y los escándalos del entonces gobernante Boris Johnson y sus incumplimientos a las políticas que él mismo aplicaba. “Para esta elección el perfil de Starmer es ideal porque tiene una plataforma más de centro para captar el voto indeciso, más parecido a la política de Tony Blair, y como abogado de derechos humanos puede criticar duramente en las últimas polémicas que estuvo teniendo Sunat por las deportaciones de migrantes a Ruanda”, explicó a El Destape, el analista internacional de la Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior (REDAPPE), Tomás Listrani.
El perfil más de centro de Starmer dista de la imagen del ex líder laborista, Jeremy Corbyn, más volcado a la izquierda y que no ha logrado una victoria electoral en estos últimos años. Por lo cual, se cree que el candidato actual podría convencer a más indecisos y recibir un mayor apoyo. “Starmer tiene una trayectoria particular porque entró al parlamento después de los 50 años, tiene una carrera como abogado y fiscal. Él viene de una familia trabajadora y laborista desde la cuna, le pusieron su nombre por el primer diputado del laborismo en el Reino Unido y es el primero en su familia con un título universitario”, destacó Listrani. Se trata de un rasgo que ha utilizado el candidato en varias oportunidades, sobretodo para decirle indirectamente a Sunak que no entiende los problemas cotidianos porque nunca le tocó vivirlos.
La sorpresa de Farage
Esta semana se sumó un factor más a la contienda electoral y fue que Farage anunció que será candidato por el partido Reforma el Reino Unido (UKIP), el mentor del Brexit que muchos caracterizan de ultraderecha y mantiene un discurso más radicalizado que los conservadores. “El objetivo sería una inmigración neta cero”, afirmó el político, conocido por sus posturas anti-inmigrantes. De acuerdo a las encuestas, el apoyo a este dirigente está arriba del 15%, bastante cerca del 20% que tienen los conservadores, aunque por cómo es el sistema electoral británico podría no traducirse en las bancas que ocupe en el Parlamento.
“La sorpresa en esta elección es la repentina candidatura del político conservador Farage, eurodiputado por más de 20 años. Por el sistema electoral británico es muy poco probable que consiga muchos escaños, ni hablar de llegar a ser primer ministro pero en algunos distritos puede quitarles suficientes votos a los conservadores como para que los laboristas los pasen y así pierdan más bancas”, afirmó Listrani en un análisis que Cruz comparte: “No creo que la presencia de Farage sea un golpe en términos de bancas para el Partido Conservador, pero sí le va a comer votos y lo va a forzar a tener una discusión más volcada la derecha de la que está acostumbrada. Pero no necesariamente va a cambiar la relación de fuerzas en el Parlamento”.
Es llamativo que Farage apenas dio a conocer esta semana su candidatura, las encuestas lo ubican con un buen porcentaje de apoyo, algunas incluso en un 19%. Más allá de que eso no se traduzca en bancas, surge la pregunta de si también puede llegar la ultraderecha al Reino Unido. Si bien siempre es difícil encolumnar a los mandatarios que rompen con la derecha tradicional como es el caso de Donald Trump, de Vox o incluso de Javier Milei en la Argentina, lo cierto es que si bien coinciden en agendas conservadoras en lo social, después hay amplias diferencias en sus políticas.
MÁS INFO
Como se ha mencionado en otros artículos en El Destape, mientras Trump aboga por la industria nacional y el compre estadounidense, Milei se muestra a favor de la importaciones y la eliminación del Estado. Si se mira la ultraderecha europea las diferencias también surgen, especialmente en lo que tiene que ver también con la Unión Europea, entre los más euroescépticos y los que no. “La agenda de los votantes de Farage, según la encuesta de Yougov, es inmigración y crimen, suena más a Marine Le Pen o Georgia Meloni. A favor de una política industrial, de volver a los barrios obreros, se muestran tomando cerveza con los trabajadores. Siempre fue una agenda muy económica acerca de la industrialización, y de advertencia de China, es muy parecido a Trump en ese sentido”, describió Listrani al candidato de Reforma al Reino Unido.
Falta menos de un mes y un debate más para las elecciones. Pero todo indica que el Partido Conservador no tendrá muchas posibilidades de cambiar su situación electoral. Más allá de los análisis del por qué de su muy posible caída, lo concreto es que la centroizquierda probablemente volverá a gobernar con una derecha tradicional en crisis, pero con una ultraderecha que puede acechar de cerca.