Reino Unido analiza nacionalizar la mayor empresa proveedora de agua del país

La empresa Thames Water, que ofrece servicio a más de 15 millones de personas, tiene una deuda estimada en 17 mil millones de dólares. El Gobierno evalúa planes de contingencia para su salvataje, entre los que no se descarta la nacionalización.

30 de junio, 2023 | 20.28

La mayor empresa proveedora de agua en el Reino Unido está en crisis y al borde del colapso financiero. La empresa Thames Water se ocupa del alcantarillado y del abastecimiento de agua para unas 15 millones de personas en Londres y en el sureste de Inglaterra, la cuarta parte de la población británica. Fue una de las tantas empresas nacionales que cayó en la ola de las privatizaciones encabezadas por la entonces primera ministra, Margaret Thatcher, cuando ya llegaba al final de su mandato, en 1989. Tuvo varios cambios de manos que la llevaron al desfinanciamiento y, en la actualidad, es copropiedad de una serie de fondos de pensiones y gobiernos extranjeros. Ahora tiene una deuda de unos 17 mil millones de dólares. Mientras busca fondos en sus accionistas para solventarse, el Gobierno piensa planes para su salvataje, entre ellas, la nacionalización.

La alarma se encendió esta semana cuando el diario británico Financial Times dio a conocer la situación actual, que se disparó con la renuncia de la directora ejecutiva de la empresa Sarah Bentley, luego de tres años al mando. “Los cimientos del cambio que hemos establecido posicionan a la empresa para el éxito futuro a fin de mejorar el servicio a los clientes y el desempeño ambiental”, dijo Bentley en un comunicado el martes, según reportó el portal Fortune.

Con la información corriendo, las lecturas sobre la situación comenzaron a multiplicarse. Los laboristas advirtieron sobre el impacto en las cuentas para las y los usuarios y, desde otras empresas de agua, señalaron que “cualquier colapso financiero podría tener un efecto dominó y llevar a la caída de otras compañías de agua”, según advirtió un director ejecutivo de otra empresa al Financial Times. En ese camino, sumó que en diciembre, Ofwat -el organismo público que regula la industria del agua y el alcantarillado en el Reino Unido- dijo que estaba preocupado por la capacidad de recuperación financiera de Thames Water, Yorkshire Water, SES Water y Portsmouth Water.

En esta línea, el diario The Guardian, advirtió que ante esta situación “el modelo británico de servicios públicos privatizados enfrenta su mayor crisis dese que Margaret Thatcher vendiera las joyas de la familia en la década de 1980”. Con el revuelo, la empresa salió a responder que trabaja "constructivamente" con sus accionistas para inyectar más capital en la empresa, para respaldar sus "planes de cambio e inversión", indicó The Guardian.

Desde el Gobierno, fue la ministra de Medio Ambiente, Rebecca Pow, quien tomó la voz. Ante la BBC declaró que “se está trabajando mucho detrás de escena con Thames Water para garantizar que los clientes no se vean afectados, y hay un proceso en marcha si es necesario para pasar a la siguiente etapa”, dijo el miércoles, al tiempo que los medios británicos aseguraron que el Gobierno trabaja en un plan para la nacionalización temporal para asegurar un paquete de refinanciamiento.

¿Cuál es la situación de Thames Water?

En 1989 cuando fue privatizada, la empresa Thames Water no contaba con deudas. Por disposición de Thatcher se instaló en el país -y luego en el mundo- una ola de privatizaciones de las empresas públicas. Pasó de mano en mano, hasta 2006 cuando un consorcio de inversores liderado por la firma australiana de servicios financieros Macquarie Group, se hizo cargo. Cuando la firma vendió la empresa en 2017, las deudas llegaban a los 12 mil millones de dólares.

Ahora, según precisó la BBC, los analistas dicen que la deuda actual asciende al 80% del valor del negocio, lo que la convierte en la empresa de agua más endeudada de Inglaterra y Gales. Sumado a la inflación que se da en el contexto de crisis económica mundial, en general, a causa de la guerra en Ucrania, llevaron a la empresa al borde del abismo. Mientras, la Ofwat señaló que, de todas maneras, es “una empresa que tiene una fuerte liquidez: recientemente recibió 500 millones de libras adicionales (632 millones de dólares) de los accionistas y tiene 4400 millones de libras (5560 millones de dólares) en efectivo y fondos comprometidos”, reportó Fortune.

¿Quién es realmente el propietario de Thames Water?

A través de una serie de sociedades de cartera, Thames Water es copropiedad de una serie de fondos de pensiones y gobiernos extranjeros. El mayor accionista individual es el Sistema de Jubilación de Empleados Municipales de Ontario, que posee alrededor del 32% de las acciones. Otro fondo de pensiones, el Universities Superannuation Scheme con sede en el Reino Unido, posee otro 20%.

Alrededor del 10% de las acciones son propiedad de una subsidiaria del fondo soberano de riqueza de Abu Dhabi, que es propiedad del gobierno de Abu Dhabi; y el fondo soberano de riqueza de China posee un poco menos del 9%. Otros inversores incluyen British Columbia Investment Management Corporation (8,7 %), Hermes GPE (8,7 %), Queensland Investment Corporation (5,4 %), Aquila GP Inc (5 %) y Stichting Pensioenfonds Zorg en Welzijn (2,2 %).

El impacto de las dificultades financieras

Al tiempo que abastece de agua a gran parte de la población británica, la empresa “causa varios derrames de aguas residuales y fugas de tuberías diariamente, equivalentes a 250 piscinas olímpicas, lo que podría tener consecuencias para la salud de las personas expuestas”, indicó el portal Fortune, como una de las consecuencias de la mala inversión en el transporte de agua y alcantarillado. De hecho, apuntó que algunas de las tuberías operadas por Thames Water vertieron aguas residuales en los ríos y dañaron el medio ambiente, “incluso matando a 1200 peces”, por lo que tuvo que pagar multas millonarias.

Cuando Bentley se unió a la empresa de servicios públicos en 2020, tenía un plan para reparar tuberías con fugas y otros problemas relacionados con la infraestructura. Pero un informe publicado la semana pasada por The Guardian mostró el lento progreso, ya que Thames Water estaba experimentando la tasa de fuga más alta en cinco años. “Hemos dejado claro que Thames Water tiene problemas importantes que abordar: su historial ambiental y el desempeño de fugas, por ejemplo, son deficientes. Junto con el cambio de su desempeño operativo, también necesitan mejorar su resiliencia financiera”, dijo un portavoz de Ofwat a Fortune.

En tanto, pese a los temores que existen, según el Financial Times “pase lo que pase, no hay un riesgo directo sobre el suministro de agua”. El ministro de Salud, Neil O'Brien, por su parte, también salió a llevar tranquilidad a la población y, especialmente a las y los clientes de Thames Water sobre el precio que pagan y por el suministro de agua, en medio de temores de que la empresa colapse. “No va a pasar absolutamente nada en términos de sus facturas o su acceso al agua”, dijo a Sky News y agregó que había planes de contingencia "para manejar cualquier situación difícil".