El líder del opositor Partido laborista británico, Keir Starmer, tuvo que aislarse hoy tras dar positivo en coronavirus por segunda vez, mientras que el Gobierno admitió una "presión extrema" sobre los hospitales luego de haber descartado nuevas restricciones pese al fuerte brote por la variante Ómicron.
Starmer, de 59 años, no podrá estar presente en la sesión de preguntas de hoy en el Parlamento al primer ministro conservador Boris Johnson, quien ayer dijo que el Reino Unido podía superar el actual pico sin necesidad de nuevas restricciones porque Ómicron causa cuadros clínicos más leves y gracias a la avanzada campaña de refuerzos de la vancuna anticovid en el país.
El Reino Unido informó ayer un récord de 218.724 casos de coronavirus.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
No obstante, desde hace dos días los casos se han amesetado en Londres, el lugar donde Ómicron primero impactó en el Reino Unido, luego de multiplicarse de manera exponencial, y la mayoría de contagios nuevos corresponde al resto del país.
Epidemiólogos han dicho que este dato es muy alentador y que podría indicar que el pico de Ómicron podría evolucionar como el que experimentó Sudáfrica, donde los casos se dispararon durante un mes para luego amesetarse primero y comenzar a bajar después.
La variante Ómicron, la más contagiosa de las conocidas, fue identificada por primera vez en Sudáfrica en noviembre pasado, aunque muchos presumen que se originó en Nigeria, que registró casos de la variante un mes antes.
Según la prensa británica, Johnson, que esta tarde hará una declaración al Parlamento sobre el coronavirus antes de responder preguntas de legisladores de la oposición, podría anunciar además algunos cambios en el seguimiento de los test.
Se cree que los ministros están considerando eliminar el requisito de PCR de seguimiento para aquellos que dan positivo en una prueba de flujo lateral (LTF) pero no presentan síntomas.
Varios hospitales en Inglaterra se declararon en emergencia debido al incremento en las internaciones por el avance de la variante y la gran cantidad de personal que se encuentra en cuarentena tras dar positivo o haber sido contacto estrecho de un infectado.
Gillian Keegan, secretario de Estado en el Ministerio de Salud, admitió hoy la sobrecarga hospitalaria en una entrevista con la cadena BBC.
En este momento, están bajo una presión extrema por la variante Ómicron, por el número de casos positivos y el incremento de las hospitalizaciones, y en este punto del año (invierno) en el que siempre están bajo una presión extrema", señaló.
Johnson dijo ayer que el país tenía "la oportunidad de superar" el aumento de infecciones sin imponer más medidas estrictas.
No obstante, reconoció que las próximas semanas serán "desafiantes" y dijo que algunos servicios se verán interrumpidos por las ausencias del personal y se comprometió a trabajar en aliviar la presión del Servicio de Salud Pública, conocido como NHS.
Pero el Royal College of Nursing (RCN), un sindicato que reúne a más de 400.000 enfermeros, advirtió que el personal del NHS está agotado y muestra signos de trastorno de estrés postraumático debido a la presión bajo la que se encuentra el servicio de salud.
Según la directora de RCN para Inglaterra, Patricia Marquis, el personal está recibiendo presiones desde todos los ángulos e instó al Gobierno a decir la verdad a la gente sobre el estado en que se encuentran los hospitales públicos.
Mientras tanto, la líder adjunta del Partido Laborista, Angela Rayner, reemplazará hoy a Starmer en la primera sesión de preguntas al premier en lo que va de 2022.
No se cree que el líder laborista tenga ningún síntoma de coronavirus, pero la infección se detectó como parte de una rutina de pruebas.
Starmer ya había dado positivo por coronavirus en octubre pasado y anteriormente tuvo que aislarse cuatro veces después de entrar en contacto con otras personas que dieron positivo, entre ellos uno de sus hijos.
Con información de Télam