El gobierno británico comenzó a negociar con el Parlamento para avanzar una nueva ley que le daría a la policía más autoridad para reprimir las protestas más "disruptivas" y garantizar servicios mínimos, como consecuencia de las huelgas generalizadas que se vienen produciendo en el país desde diciembre de 2022 en un contexto de alta inflación.
El proyecto de ley para garantizar niveles mínimos de servicio durante las huelgas, que ya está en poder de los parlamentarios, es considerado parte de la respuesta de los ministros a meses de medidas de fuerza previstas en las próximas semanas. Por eso, este lunes el Gobierno informó en un comunicado que incluirá una enmienda a la Ley de Orden Público para reforzar el papel de la policía al "intervenir preventivamente en protestas", ampliando la definición legal de "perturbación grave". Esto se sumaría la ya cuestionada Ley de Policía, Delincuencia, Sentencias y Tribunales, promulgada el año pasado, que amplió las prerrogativas de las fuerzas de seguridad e ilegalizó, por ejemplo, el encadenamiento a edificios públicos.
El Reino Unido viene experimentando una ola de huelgas generalizadas en los últimos meses y continúan este año en reclamo por salarios y condiciones laborales que los trabajadores consideran inaceptables. Estas protestas se extendieron a varios sectores como servicios gubernamentales, salud, sistemas educativos, ferrocarriles, transporte público y compañías privadas.
En este contexto, el principal sindicato de trabajadores TUC está organizando una serie de protestas el 1 de febrero contra la cuestionada nueva ley sobre huelgas propuesta por el Gobierno. Según el sindicato, la ley planeada otorgaría a los ministros amplios nuevos poderes que restringen el derecho de huelga. El opositor Partido Laborista, en tanto, adelantó que se opondrá a la legislación y a cualquier intento de acelerarla en el Parlamento sin un escrutinio adecuado.
Mientras tanto, las enfermeras de toda Inglaterra se declararán en huelga este miércoles y jueves. El Royal College of Nursing alertó que si no se alcanza un acuerdo antes de fines de enero, la próxima serie de huelgas afectará por primera vez a todos los enfermeros y enfermeras de todo el Reino Unido, y no sólo de Inglaterra.
En paralelo, los maestros de Inglaterra y Gales están a la espera de una votación sobre una medida de fuerza organizada por el Sindicato Nacional de Educación (NEU por sus siglas en inglés). El sindicato advirtió además que las huelgas en Inglaterra y Gales podrían comenzar a fines de mes después de que se despidiera a más de 300.000 maestros y personal de apoyo.
Los miembros del sindicato de Maestros (NASUWT) ya votaron la semana pasada, pero no alcanzaron el límite de participación del 50%. En Escocia, los maestros realizarán 16 días de huelga continua, con docentes en dos áreas locales parando todos los días hasta el 6 de febrero. Además, el miércoles, los miembros de Unison en la Agencia de Medio Ambiente también se declararán en huelga en reclamos salariales y alrededor de 2.600 trabajadores de ambulancias que hicieron una huelga la semana pasada tienen prevista otra para el 23 de enero.
Pese a esta explosión de conflictos laborales, el Gobierno se mantiene firme en su postura sobre que los aumentos salariales deben ser decididos por órganos de revisión salarial y que los reclamos de los trabajadores y sus sindicatos son inalcanzables.
Con información de Télam