La Cancillería de Países Bajos se disculpó hoy después de que un informe la acusara de racismo institucional generalizado, tras una investigación independiente encargada a raíz del movimiento Black Lives Matter.
La investigación reveló que los empleados de color del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Países Bajos en sus sedes diplomáticas en todo el mundo solían sentirse excluidos e ignorados por sus colegas blancos.
Funcionarios llamaron a una oficina de investigación independiente para investigar el racismo en el ministerio luego de las protestas de Black Lives Matter en todo el mundo y en Países Bajos.
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En 2020, en medio del reconocimiento mundial del racismo tras la muerte de George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos, el primer ministro Mark Rutte admitió que el racismo era un problema en Países Bajos, una nación que durante mucho tiempo se consideró un bastión de la tolerancia.
Los empleados no fueron "maltratados en persona", pero sufrieron "agresiones verbales" al oír a personas menospreciar a otras por su color de piel, religión u origen, reveló el documento, según la agencia de noticias AFP.
De acuerdo con el informe, varios empleados afirmaron que algunas personas fueron calificadas de "simios" o "bokitos", en referencia al gorila que se escapó de un zoológico neerlandés en 2007.
A otras personas se les llamó "Zwarte Piet", un controvertido personaje folclórico que representa a un negro.
"Un empleado se refirió incluso a los países africanos como 'países de simios'", apuntó el informe.
El canciller, Wopke Hoekstra, calificó el estudio de "doloroso e impactante".
"Lo que vivieron varios colegas del departamento y de misiones en todo el mundo es inaceptable y me conmueve profundamente", escribió en Twitter.
El informe indicó que al analizar los resultados, se planteó la pregunta de si existía "racismo institucional" en el seno del ministerio. "Concluimos que sí", manifestó.
Países Bajos promovió durante mucho tiempo su imagen de sociedad liberal y multicultural, pero en los últimos años enfrentó su pasado como potencia colonial que participó en la trata de esclavos.
Para la investigación se realizaron 33 entrevistas y se formaron grupos de reflexión con un total de 47 personas, entre ellas empleados "biculturales" que trabajaban tanto en los Países Bajos como en el extranjero.
El estudio encontró que muchas de las personas interrogadas -sobre todo el personal local- se sentían "ignoradas" y "excluidas".
Con información de Télam
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