El Gobierno británico anunció hoy una expansión en la cantidad de visas disponibles para trabajadores estacionales extranjeros, en respuesta a la creciente crisis planteada por la escasez de mano de obra que afecta al sector agrícola del país.
Este aumento en el número de visas se produce en el contexto de una serie de dificultades que afectó al sector, en parte como consecuencia del Brexit, las secuelas de la pandemia y los costos operativos que generó la invasión a Ucrania.
A pesar del fuerte crecimiento registrado de la inmigración en el Reino Unido entre el año pasado y este, la escasez de mano de obra en ciertos sectores, especialmente en la agricultura, llevó a pérdidas significativas en las cosechas.
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Aunque las cifras de inmigración son elevadas, la distribución de estos inmigrantes en diferentes sectores de la economía no se alineó con las necesidades del mercado laboral.
Los empresarios y agricultores han estado pidiendo mayor flexibilización en las políticas de inmigración para poder contratar más mano de obra extranjera.
En ese sentido el primer ministro, Rishi Sunak, declaró que se ofrecerán 10.000 visas adicionales para este sector, lo que se suma a las 45.000 ya otorgadas a pesar de la postura de la ministra del Interior, Suella Braverman, que argumentó que el Reino Unido debería ser capaz de capacitar a sus propios recolectores de frutas.
En respuesta a estas preocupaciones, el Gobierno también comprometió a poner un mayor énfasis en los intereses de los agricultores en los futuros acuerdos comerciales y dijo que revisaría las cadenas de suministro de horticultura y huevos para garantizar que los agricultores obtengan un precio justo por sus productos.
Sin embargo, estas medidas fueron recibidas con cautela por los líderes de la industria que se reunieron con el Gobierno para buscar soluciones a la crisis.
Ash Amirahmadi, director general del mayor productor de lácteos del Reino Unido, Arla Foods, que asistió a la cumbre, describió la reunión como un "buen comienzo", pero agregó que el Gobierno necesita "cumplir" con su compromiso de priorizar la industria alimentaria del Reino Unido, según consignó la BBC.
Amirahmadi dijo además que los crecientes costos en el sector no eran exclusivos del Reino Unido y que aumentaron aproximadamente un 40% antes de que la inflación comenzara a dispararse.
A la crisis en el sector, se sumaron también las altas tasas de inflación que llevaron a un mayor aumento en los precios de los alimentos, con algunas mercancías experimentando un salto del 25% en abril, en comparación con el mismo mes del año pasado.
Mientras tanto, los supermercados comenzaron a reducir los precios de productos básicos como el pan y la manteca, pero los niveles de precios siguen siendo "sorprendentemente altos" en comparación con el año pasado.
El British Retail Consortium (BRC), que representa a los minoristas, dijo por su parte que están "haciendo todo lo posible para mantener los precios de los alimentos tan bajos como sea posible" e instó al Gobierno a simplificar la regulación en torno del reciclaje para tratar de reducir los precios para los consumidores.
Con información de Télam
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