El rey Carlos III recibió hoy en el Palacio de Buckingham, con los máximos honores, al presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, en la que constituyó la primera visita de Estado desde que el nuevo monarca inició su reinado.
En una serie de ceremonias y momentos oficiales, por primera vez el rey Carlos III hizo los honores de casa como jefe de Estado, y tuvo su momento cumbre en el banquete de Estado que, como cena, lo juntó con el heredero al trono, el príncipe William, y su esposa Kate, las autoridades del Reino Unido.
El soberano y Ramaphosa pasaron revista a la guardia de honor en la Horse Guard Parade, en Londres, antes de llegar en carroza al palacio real.
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Según los medios, durante la visita se hablará del cambio climático, tema importante para el "rey ambientalista" y de la asociación comercial entre los dos países.
Se trata de un momento muy importante para el monarca, también en lo que respecta a su rol de cabeza del Commonwealth -la comunidad de excolonias y países con lazos con el Reino Unido-, de la que Sudáfrica es miembro.
"El hecho de que Sudáfrica sea el primer país en ser recibido por Su Majestad el rey demuestra nuestro compromiso en el desarrollo de las asociaciones con Africa", afirmó el canciller James Cleverly en su cuenta de la red Twitter.
Ramaphosa, jefe del gobierno desde 2018, rindió homenaje a la lápida conmemorativa dedicada a Nelson Mandela en la Abadía de Westminster antes de ofrecer un discurso a los parlamentarios británicos en la Royal Gallery de Westminster, reportó la agencia Ansa.
La esposa de Ramaphosa, Tshepo Motsepe, no viajó finalmente a Londres dado que se está recuperando de una reciente operación ocular, informó la presidencia sudafricana a la AFP.
Ante el parlamento británico, Ramaphosa reconoció la corrupción endémica en su país, práctica de la que él mismo está acusado, y prometió "reconstruir" su decaída economía.
Pidió, además, que el reciente acuerdo alcanzado en la conferencia sobre el clima COP27 de Egipto para crear un fondo de compensación a las naciones desfavorecidas se convierta en dinero contante y sonante.
"Esto no es caridad sino una compensación por el daño que se ha hecho -y el que aún se hará- a la gente de las economías en desarrollo como consecuencia de la industrialización de los países ricos", afirmó.
Ramaphosa se reunirá mañana con el primer ministro Rishi Sunak.
Este viaje tiene lugar en un momento delicado para el presidente sudafricano, que se enfrenta al descontento de su país por la situación económica.
Con información de Télam