Las autoridades fiscales de India allanaron hoy las oficinas de la cadena de noticias pública británica BBC en Nueva Delhi y en Bombay, unas semanas después de la difusión de un documental crítico con el papel del primer ministro indio, Narendra Modi, durante mortales disturbios entre hindúes y musulmanes en 2002, cuando ejercía un cargo local.
Tras el registro de las oficinas de la cadena de noticias británica, el vocero oficial del partido gobernante BJP, Gaurav Bhatia, afirmó que la BBC lleva a cabo una "propaganda" contra India, antigua colonia británica que cumplirá recién tan solo 76 años de independencia el próximo 15 de agosto.
"India es un país que da una oportunidad a cada organización (...) siempre que no vomite veneno", dijo, y agregó que estos allanamientos fueron ordenados por la Justicia y que el momento decidido para realizarnos no tenía nada que ver con el Gobierno.
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"Si uno ha estado siguiendo la ley de un país, si uno no tiene nada que esconder, entonces, ¿Por qué tener miedo de una acción, que está en consonancia con la ley?", afirmó.
La radiotelevisión pública británica BBC aseguró que "coopera plenamente" con las autoridades fiscales indias.
"Esperamos que esta situación se resuelva lo antes posible", dijo en Twitter el servicio de prensa del grupo audiovisual.
Representantes del gobierno impedían entrar o salir de las oficinas de la BBC en Nueva Delhi durante los registros, informó la agencia de noticias AFP.
La cadena emitió en enero un documental en el que denunciaba que Modi, entonces primer ministro del estado de Gujarat, ubicado en el oeste del país, ordenó a la policía que hiciera la vista gorda ante los disturbios interconfesionales de 2002.
Los disturbios de Gujarat de 2002 fueron tres días de violencia intercomunal, a los que les siguieron tres meses más de brotes de violencia en Ahmedabad, la ciudad más poblada de Gujarat y la séptima de India.
La violencia se ejerció sobre todo contra la minoría musulmana del país.
Se dice que lo que provocó la violencia fue la quema de un tren en Godhra el 27 de febrero de 2002, en la que murieron 58 peregrinos hindúes. Tras la tragedia 31 musulmanes fueron condenados por el incidente.
Según cifras oficiales, esa ola de violencia causó 1.044 muertos, 223 desaparecidos y 2.500 heridos.
De los muertos, 790 eran musulmanes y 254 hindúes. Otras fuentes estimaron un número de muertes superior a 2.000.
Modi ya había sido acusado de iniciar y tolerar la violencia, al igual que la policía y los funcionarios del gobierno que presuntamente dirigieron a los alborotadores y les dieron listas de propiedades de propiedad musulmana.
En 2012, Modi fue absuelto de complicidad en la violencia por el Equipo de Investigación Especial (SIT) designado por la Corte Suprema de India.
En julio de 2013, se hicieron acusaciones de que el SIT había suprimido la evidencia. Ese diciembre de ese año, un tribunal de la India confirmó el informe anterior de SIT y rechazó una petición que buscaba el enjuiciamiento de Modi.
Modi asumió como primer ministro de India en mayo de 2014.
El documental de la BBC cita un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores británico, que fue desclasificado, en el que fuentes anónimas afirman que Modi se reunió con altos mandos de la policía y "les ordenó que no intervinieran" en los ataques contra musulmanes perpetrados por grupos nacionalistas hindúes.
Poco después de la publicación del documental, el Gobierno indio bloqueó los videos y tuits con enlaces al documental.
Pese a las prohibiciones, grupos de estudiantes organizaron veladas para ver el documental, desafiando al gobierno y sus esfuerzos para frenar su distribución.
La policía arrestó a decenas de estudiantes en la prestigiosa Universidad de Delhi después de una transmisión a finales de enero.
Desde la llegada al poder en 2014 del gobierno nacionalista hindú de Modi, India ha retrocedido diez puestos en el índice global sobre libertad de prensa que realiza Reporteros Sin Fronteras (RSF), pasando al puesto 150, de un total de 180 países evaluados.
Con información de Télam