"No podemos cambiar la historia ni reescribirla", dijo Johnson en pleno debate por el racismo

06 de enero, 2022 | 17.41

El primer ministro británico, Boris Johnson, llamó hoy a no tratar de "reescribir" la historia, un día después de la absolución de cuatro personas acusadas de "daños criminales" por derribar la estatua de un traficante de esclavos en Bristol.

"Tenemos un complejo legado histórico a nuestro alrededor, que refleja nuestra historia en toda su diversidad, para bien o para mal" y "no podemos tratar de cambiar nuestra historia, censurarla o reescribirla en retrospectiva", afirmó.

El 7 de junio de 2020, al margen de una manifestación del movimiento Black Lives Matter, tres hombres y una mujer voltearon y tiraron al río Avon la estatua de Edward Colston, que en el siglo XVII utilizó la fortuna que juntó con el tráfico de esclavos para financiar el desarrollo de esa ciudad del suroeste de Inglaterra.

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La absolución ayer de los cuatro acusados generó un intenso debate en el Reino Unido que hizo hablar a Johnson, aunque se negó a responder puntualmente sobre el fallo.

"Si la gente decide democráticamente retirar una estatua u otra cosa, está bien. Pero creo que en general debemos preservar nuestro patrimonio cultural, artístico e histórico", señaló el funcionario, según la agencia AFP.

Menos diplomático, su exministro de Justicia Robert Buckland calificó de “perverso” el veredicto.

"Nuestros tribunales no son lugares para hacer política sino para que se aplique la ley", afirmó a la BBC, mientras el gobierno conservador busca incrementar las sanciones por vandalismo de monumentos históricos, lo que dio paso a acusaciones de "guerra cultural" contra quienes denuncian la desigualdad social y en particular el racismo.

Pero el destacado historiador David Olusoga, que testificó durante el juicio en Bristol, celebró la sentencia, porque "esa estatua, que permaneció ahí durante 125 años, estaba validando la carrera de un asesino en masa".

Durante las manifestaciones contra el racismo que se multiplicaron en 2020 el derribo de estatuas y esculturas fue una constante, y se registraron casos en Estados Unidos, México, Bélgica y España, entre otros.

Con información de Télam

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