Miles de personas volvieron a salir hoy a las calles en Tel Aviv y Haifa en una nueva jornada de protestas en Israel para exigir soluciones ante el aumento de precios, en defensa de los valores democráticos y contra la polémica reforma judicial impulsada por la coalición de extrema derecha que lidera el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Al menos dos manifestantes fueron arrestados en Haifa y otros dos en Tel Aviv, dijeron los organizadores de la protesta esta tarde, informó el medio local Times of Israel.
Según la policía, dos manifestantes de Haifa, de 45 y 68 años, fueron detenidos acusados de alterar el orden público, uno de los cuales atacó a un policía.
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Las protestas, bautizadas como Día Nacional de la Igualdad, se trasladaron a sectores diversos, como el de la leche o la alta tecnología, con manifestaciones generalizadas no solo contra la reforma judicial, sino para exigir soluciones ante el aumento de los precios en Israel y por la defensa de los valores democráticos.
Asimismo, un grupo de mujeres vestidas con el reconocible traje rojo de la serie de televisión El cuento de la criada, basada en un libro de la escritora Margaret Atwood, protestaban con carteles frente al Consejo Religioso del Gran Rabinato, aludiendo a que la reforma judicial abrió un camino en Israel hacia la teocracia que prohíbe a las mujeres disfrutar de sus derechos.
Otras protestas tuvieron lugar frente a la residencia del Netanyahu en Jerusalén, así como en las casas de los ministros y de un rabino ultraortodoxo de alto rango en Bnei Brak.
Otro grupo de mujeres demandó igualdad en el servicio militar ante un edificio del Ejército israelí en el barrio de Tel Hasgomer, en el distrito de Tel Aviv, con carritos de bebés que simulaban ser ataúdes, ataviados con la bandera de Israel, recogió el diario The Jerusalem Post.
Los críticos con la reforma judicial argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para revocar decisiones judiciales.
El texto busca reducir la influencia del poder judicial en beneficio del poder político, por lo que sus detractores consideran que amenaza la separación de poderes y el carácter democrático de Israel.
En paralelo, maniquíes que representaban cadáveres estaban esparcidos, en Cisjordania, en el asentamiento de Kiryat frente a la casa del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y los manifestantes lo acusaron de no abordar la ola de asesinatos en la comunidad árabe.
Ben Gvir, usted representa todo lo que está mal con el gobierno actual: cero gobernanza, cero responsabilidad, cero capacidad, dijo Yiftach Golov, uno de los líderes del grupo Hermanos en Armas de reservistas de las fuerzas de defensa de Israel (FDI) que se oponen a la reforma judicial.
Con información de Télam