El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, repudió los hechos de violencia de las últimas horas que tuvieron su auge este domingo con la intrusión y quema de hogares de alojamiento para solicitantes de asilo, promovidas por grupos de ultraderecha.
"Esto no es una protesta, es violencia organizada y no tiene lugar en nuestras calles", denunció el flamante primer ministro laborista y dijo que no tiene "miedo" en denunciar el carácter "ultraderechista" de los ataques. A su vez, prometió mayor protección para las mesquitas y la comunidad musulmana, que fue uno de los principales blancos de ataque. Ya son más de 170 las personas arrestadas en todo el fin de semana, según afirmó la agencia EFE.
El desencadenante
Los ataques del fin de semana que incluyeron ataques con piedras y botellas a las fuerzas de seguridad y el asalto a hoteles para inmigrantes solicitantes de asilo, se concentraron en las ciudades de Southport, Belfast, Hartlepool, Hull, Liverpool, Stoke-on-Trent, Nottingham y Sunderland. Todas comenzaron como respuesta al asesinato de tres niñas días atrás en Southport.
El agresor de las niñas de Southport, Axel Rudakubana, de 17 años, nacido en Gales de padres ruandeses, fue acusado del asesinato de las niñas e intento de asesinato de otras diez personas.
Los grupos de ultraderecha respondieron a información falsa divulgada a través de las redes sociales que afirmaba que Rudakubana era solicitante de asilo que había cruzado en patera el Canal de la Mancha (entre Inglaterra y Francia).
El primer desafío de Starmer
El primer ministro británico condenó los disturbios violentos y prometió llevar "rápido" ante la Justicia a sus responsables. "Si se ataca a las personas por el color de su piel o su fe, entonces eso es extrema derecha y estoy dispuesto a decirlo. Esto es violencia, no es protesta. No importa cuál sea el motivo", dijo Starmer en una declaración, tras los focos de violencia instigados por grupos anti-inmigración y contra el Islam registrados en el Reino Unido.
La población del Reino Unido quiere ver "sus calles seguras y eso es lo que estoy decidido a ofrecer. Lo lamentarán", agregó el líder laborista e insistió en los alborotadores afrontarán todo el peso de la ley y que la respuesta judicial será "rápida".
"Haremos todo lo que sea necesario para garantizar que el mensaje sea absolutamente claro: si participas en esta violencia, te arrepentirás y serás llevado ante la Justicia lo antes posible", dijo.
"La gente de este país tiene derecho a estar segura y sin embargo hemos visto a comunidades musulmanas atacadas, ataques a mezquitas", dijo el primer ministro.
"Otras comunidades minoritarias atacadas, saludos nazis en la calle, ataques a la policía, violencia desenfrenada junto con retórica racista, así que no, no me avergonzaré de llamarlo por su nombre: violencia de extrema derecha", puntualizó.
Con información de Reuters