El líder supremo iraní, el ayatollah Ali Jamenei, nombró hoy como nuevo jefe de la Policía Nacional a un general incluido en la lista negra de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por abusos de los derechos humanos", en momentos en que el país es escenario de una ola de protestas por la muerte en septiembre pasado de Mahsa Amini tras estar bajo custodia policial.
En una misiva publicada en su página web, Jamenei informó que había designado al general Ahmad-Reza Radan al frente de las fuerzas de seguridad, para ocupar el rol del general Hossein Ashtari, quien ocupaba el puesto desde 2015 y cuyo mandato se había cumplido.
"Con el fin de la misión del general (Hossein) Ashtari, expresándole mi gratitud y satisfacción por sus servicios, nombro al comandante general de la policía de la República Islámica de Irán", manifestó el guía supremo dirigiéndose al nuevo jefe de la seguridad, informó la agencia de noticias AFP.
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Jamenei exhortó a Radan a proteger la seguridad de las personas y asegurar el bienestar público y mejorar la competencia de la fuerza policial, de acuerdo con el comunicado.
El nuevo jefe de la Policía Nacional fue incluido en la lista negra del Tesoro de Estados Unidos en 2010 acusado de violar los derechos humanos, tras la cuestionada reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad, que dio lugar a importantes protestas reprimidas por el poder.
Ese mismo año, también fue sancionado por la UE bajo los mismos argumentos.
Nacido en 1963, el general Radan comenzó su carrera en el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y fue jefe adjunto de la Policía Nacional entre 2008 y 2014, cuando fue reemplazado precisamente por el general Hossein Ashtari.
Este nombramiento se produce mientras el Gobierno iraní intenta sofocar casi cuatro meses de protestas desatadas por la muerte el 16 de septiembre pasado de Amini, una joven que estuvo bajo custodia de la extinta Policía de la moral, que dependía de la Policía Nacional, por supuestamente incumplir el código de vestimenta de las mujeres.
Desde septiembre pasado, miles de personas fueron detenidas por su participación en lo que las autoridades iraníes califican de "disturbios" y por las que culpan a países extranjeros y grupos de oposición, y cientos de personas, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad, fallecieron.
Con información de Télam