La diferencia entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori se va achicando cada vez más y en Perú aún este lunes a la tarde están aguardando el final del escrutinio del balotaje del domingo, que no ha avanzado en más de 94% y no permitía vislumbrar quién será el próximo presidente.
Hasta el momento, el sindicalista de izquierda logró pasar al frente esta tarde, solo cuando ya se habían computado más de 90% de las actas de votación, y mantenía una diferencia favorable de menos de 82.000 votos entre más de 18,1 millones de sufragios válidos. De ese modo, reunía 50,24% de los votos válidos contra 49,76% de Fujimori, según el resultado publicado en el sitio web de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Pero no solo quedaban más de 3.700 actas por procesar, sino que al menos otras 1.285 estaban impugnadas u observadas y fueron remitidas al Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Usualmente este organismo demora algunos días en resolver esas situaciones, de modo que si ninguno de los candidatos alcanza antes una diferencia irreversible, será preciso esperar las decisiones del organismo para proclamar al mandatario electo, tal como sucedió hace cinco años, cuando Fujimori perdió por unos 40.000 votos ante Pedro Pablo Kuczynski.
En ese contexto, los dos candidatos exhortaron a sus simpatizantes, y especialmente a los fiscales de sus partidos, a defender el voto. “Queridos personeros y personeras (fiscales), para mí, héroes y heroínas de la democracia, aún faltan votos de algunos rincones de nuestro amado Perú y del extranjero; por eso, debemos estar muy atentos para defender la voluntad popular hasta contar el último voto”, convocó Castillo en Twitter.
“Nuestro equipo de personeros está defendiendo nuestros votos a nivel nacional y ante los organismos electorales competentes; seguiremos trabajando voto a voto para defender la voluntad democrática del pueblo”, dijo Fuerza Popular (FP), el partido de Fujimori, en un comunicado divulgado en redes sociales.
Anoche, cuando los primeros resultados extraoficiales también señalaron alternativamente a ambos como ganadores y por márgenes muy estrechos, Castillo y Fujimori fluctuaron entre llamados a esperar el balance oficial y advertencias más o menos veladas sobre la transparencia del proceso.
“Esperaremos los resultados de la ONPE y nos pronunciaremos entonces”, aclaró el candidato de izquierda en el balcón de su casa en Tacabamba, en el departamento norteño Cajamarca, pero también pidió a los fiscales de su partido Perú Libre (PL) que estuvieran “atentos a defender cada voto” y a los peruanos en general, a “estar vigilantes en la defensa de la democracia”.
“Al ver que el margen es tan pequeño, es fundamental también mantener la prudencia, y por esa prudencia es que nosotros vamos a esperar los resultados oficiales”, dijo Fujimori cuando solo se había divulgado la encuesta a boca de urna que la mostraba ganadora por apenas seis décimas de punto.
Un dato alentador del escrutinio es que tanto la suma de votos en blanco y nulos (6,30%) como la abstención (23,97%) fueron menores que en la primera vuelta del 11 de abril, cuando habían alcanzado a 18,21% y 29,88%, respectivamente. Ante ese panorama, el presidente Francisco Sagasti lo interpretó como un “claro llamado a la reconciliación y a la unidad nacional”. “Son un mandato imperativo para ponernos de acuerdo sobre el rumbo que debe tomar Perú al iniciarse el tercer siglo de vida independiente”, apuntó, según la agencia de noticias Andina.