El expresidente peruano Alejandro Toledo se entregó este viernes a la Justicia de Estados Unidos. El exmandatario era requerido por las autoridades de su país desde 2017 para ser juzgado en el marco de la causa Lava Jato, en la que está acusado de haber recibido sobornos de la empresa brasileña Odebrecht cuando estaba en el poder.
Toledo, de 77 años, acudió esta mañana a un tribunal de San José, en California, unos minutos después del plazo que habían estipulado las autoridades para su entrega, luego de que la Justicia rechazara las mociones presentadas por sus abogados para frenar la extradición, reportaron medios peruanos.
Según fotos que circulan en redes sociales, Toledo vestía una campera verde y chaleco rojo, jean y zapatillas cuando se presentó ante las autoridades e ingresó por una entrada no prevista, con lo que logró esquivar al periodismo que lo esperaba en la entrada del edificio federal Robert Peckham.
El expresidente permanecerá "en una cárcel adecuada" hasta que sea entregado a las autoridades peruanas, apuntó el juez Thomas Hixson, quien había ordenado que se entregara en San José, a unos 40 kilómetros de Menlo Park, donde Toledo residía con su esposa, Eliane Karp.
El juez había solicitado el jueves la entrega del pasaporte de Toledo a las autoridades estadounidenses y autorizado que el pasaporte de Karp le sea devuelto una vez "el acusado se haya entregado".
Toledo está acusado por la fiscalía peruana de haber recibido sobornos de parte de la empresa brasileña Odebrecht. La fiscalía sostiene que habría recibido cerca de 20 millones de dólares a cambio de otorgar a la empresa la concesión de la obra de la ruta Interoceánica, ubicada en el sur del país.
El gigante de la construcción Odebrecht reconoció el pago de coimas en Brasil y en otros países de la región en el marco del escándalo Lava Jato, por el que decenas de políticos y empresarios de América Latina están encarcelados.
Por este delito se está pidiendo para Toledo una pena de 20 años y 8 meses de cárcel, además de la inhabilitación por nueve años para ejercer cargos públicos por estar acusado de los delitos de colusión y lavado de activos en agravio del Estado.
El exjefe de Estado peruano fue detenido en 2019 en California y pasó ocho meses en prisión preventiva para evitar el riesgo de fuga, pero en marzo de 2020 fue beneficiado con el arresto domiciliario. Fuentes judiciales citadas por la agencia de noticias AFP señalaron que los trámites de extradición podrían demorar alrededor de una semana.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Perú, José Tello, adelantó a la emisora local RPP, que en su país Toledo podría ser encarcelado en el Establecimiento Penitenciario de Barbadillo, donde se encuentran recluidos los expresidentes Alberto Fujimori y Pedro Castillo.
También el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Javier Llaque, indicó que el centro de Barbadillo tiene capacidad para recibir a Toledo cuando llegue al país. "Debería ser y es probable que pase a Barbadillo. El penal está preparado, es indudable, y tenemos las condiciones para recibirlo. Está fuera de dudas. Siempre hay capacidad para uno más y tiene las condiciones adecuadas para recibirlo", señaló a un canal limeño, en declaraciones que recogió el sitio de La República.
Por su parte, el fiscal integrante del equipo especial Lava Jato, José Domingo Pérez, adelantó que se opondrán a un eventual pedido de prisión domiciliaria que podría presentar la defensa legal de Toledo: “Nos vamos a oponer porque se tiene que cumplir el mandato del juez, de internamiento en un establecimiento penitenciario”, declaró a los medios de comunicación, reportó el portal RPP.
Además de Toledo, están involucrados en la causa Avraham Dan On, exjefe de seguridad de Alejandro Toledo; así como para Sergio Bravo Orellana y Alberto Pasco Font Quevedo, sobre quienes el fiscal pide nueve años y nueve meses de prisión. También pidió 20 años y seis meses de cárcel para los empresarios Fernando Camet Picone, José Castillo Dibós y Gonzalo Ferraro Rey.
Con información de Télam