Crecen las protestas en Perú por la destitución y detención de Castillo: un muerto

Aunque la gran mayoría de la clase política aceptó como constitucional la detención del presidente y la asunción de su vice, en las calles el malestar de sus seguidores se siente cada vez con más fuerza. Ya hay un muerto y casi 20 heridos.

11 de diciembre, 2022 | 18.01

Las protestas contra el nuevo gobierno y el Congreso de Perú se multiplicaron este domingo en el interior el país, donde rutas y aeropuertos fueron bloqueados, volvieron a chocar manifestantes y policías, y organizaciones sociales de una región llamaron a una huelga por tiempo indefinido a partir de mañana, informó la prensa local. En Andahuaylas, una ciudad al sudeste de la capital, las protestas fueron reprimidas por la Policía durante todo el fin de semana con un sangriento saldo: un muerto y al menos 20 heridos confirmados, aunque hay denuncias de más.

Las manifestaciones se produjeron en varias ciudades del norte y el sur andino, por cuarto día consecutivo, en demanda de la liberación del ex presidente Pedro Castillo, destituido el miércoles por el Congreso y desde entonces detenido en una unidad de la Policía Nacional, en Lima. Miles de personas se movilizaron por calles de Cajamarca, Arequipa, Tacna, Andahuaylas, Huancayo, Cusco y Puno, entre otras regiones, según imágenes difundidas por televisoras locales, reportó la agencia de noticias AFP.

En Andahuaylas, donde las protestas dejaron este sábado 16 civiles y cuatro policías heridos, se reanudaron los enfrentamientos entre manifestantes y uniformados. Los primeros atacaban con hondas y piedras, y las fuerzas del orden los reprimían con gases lacrimógenos. La Policía informó este domingo que uno de los manifestantes falleció, mientras organizaciones sociales denuncian que el número de heridos sigue creciendo.

En esa ciudad del departamento Apurímac, situada a unos 760 kilómetros al sudeste de Lima, permanecía cerrado el aeropuerto debido a diversos daños causados desde el sábado por manifestantes, quienes aún mantenían como rehenes a un número no precisado de trabajadores y policías, informó la empresa operadora Corpac en un comunicado. La Policía Nacional del Perú (PNP) informó que envió ayer desde Lima un contingente de 150 efectivos con el objeto de restablecer el orden en Andahuaylas.

Asimismo, un grupo de organizaciones sociales de Apurímac se declaró en “insurgencia popular” y llamó a un paro por tiempo indefinido a partir de mañana en esa región, según el diario La República y la radio RPP. De Apurímac es oriunda la flamante presidenta de la república, Dina Boluarte.

Paralelamente, dos de las mayores empresas de viajes interurbanos en ómnibus anunciaron la suspensión de sus rutas desde Lima y Arequipa -la segunda ciudad del país, a unos 1.010 kilómetros al sudeste de la capital- hacia el sur de país, incluido el centro turístico de Cusco, debido a los abundantes bloqueos de vías.

Mientras tanto, el Congreso unicameral se aprestaba a sesionar esta tarde para examinar la marcha de las “diligencias preliminares” de la investigación fiscal sobre Castillo y quienes hasta el miércoles fueran su jefa de gabinete, Betssy Chávez, y su ministro del Interior, Willy Huerta.

El Ministerio Público los indaga por los posibles delitos de rebelión y conspiración en relación con el mensaje de Castillo en el que anunció el cierre del parlamento y el establecimiento de un gobierno excepcional con suspensión de garantías constitucionales y toque de queda. Por esa decisión, que fue considerada como un “golpe de estado” y para la que Castillo no tuvo apoyo ni de su partido ni de su gabinete ni de las fuerzas armadas y de seguridad, el Congreso destituyó inmediatamente al hasta entonces mandatario y tomó juramento a su sucesora natural, la hasta allí vicepresidenta Boluarte.

Castillo, un maestro rural de 53 años que llegó al gobierno en julio de 2021, fue detenido por su propia escolta mientras se dirigía a la embajada de México a solicitar asilo y fue puesto el jueves en prisión preventiva por siete días. De ser hallado culpable de rebelión, enfrentaría entre 10 y 20 años de prisión.

En Lima, cientos de partidarios de Castillo marcharon este sábado por el centro histórico de la ciudad hacia el Congreso convocados por agrupaciones de izquierda en una manifestación que congregó menos gente que en días previos. La continuidad de las protestas en gran parte del país provocó que la Policía anunciara la suspensión de vacaciones y permisos de su personal hasta “nueva orden”.

Con información de Télam