El nuevo gabinete del presidente de Perú, Pedro Castillo, el cuarto en siete meses, obtuvo este miércoles un voto de confianza clave en el Congreso que le permite seguir en funciones, en medio de un nuevo proyecto de legisladores opositores para remover al mandatario. Tras un largo debate de más de siete horas, el legislativo unicameral, dominado por la oposición de derecha, le otorgó la confianza al gabinete que encabeza el abogado Aníbal Torres, con 64 votos a favor, 58 en contra y dos abstenciones.
"Ha sido aprobada la cuestión de confianza del señor Aníbal Torres, presidente del Consejo de Ministros", anunció la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, tras contabilizar los votos. El equipo de 19 ministros necesitaba el respaldo de la mitad más uno de los legisladores presentes, equivalente a 64 votos; de lo contrario hubiera caído en una crisis aún más profunda y puesto en jaque a Castillo, un mandatario cada vez más acosado por denuncias y cuestionamientos.
Castillo ha tenido que cambiar su equipo ministerial hasta tres veces, desde que asumió el poder el 28 de julio de 2021, un récord que refleja fricciones en la frágil coalición de izquierda que lo llevó a la Presidencia. Además existen cuestionamientos por imputaciones de corrupción que investiga la Fiscalía y su actual ministro de Salud, Hernán Condori, es repudiado por gremios médicos y partidos de oposición de Perú, el país con mayor tasa global de muertos de coronavirus y que aún sufre los estragos de la pandemia. En dos años se acumulan más de 211.000 fallecidos y 3,52 millones de contagios.
Por todas estas razones, desde la oposición parlamentaria se prepara una eventual moción para votar una destitución del mandatario por "incapacidad moral permanente", que podría admitirse a debate esta semana. En diciembre fracasó un intento similar, pero desde entonces, Castillo perdió aliados por izquierda -aunque por ahora sostienen que no apoyaran una destitución- y sumo más denuncias y protestas en las calles.
Con información de Télam
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Mientras la derecha y la ultraderecha se concentran en las denuncias por presunta corrupción y la falta de prepación del mandatario y algunos de sus allegados, la izquierda y la oposición más centrista cuestionan la falta de rumbo político del gobierno, especialmente su falta de apego al programa que acordó con esos sectores para ganar su apoyo en el balotaje presidencial.
Por eso, pese a que el partido que llevó a Castillo al poder, Perú Libre, tiene apenas una minoría de las bancas en el Congreso -37 de 130-, no existe un frente completamente cohesionado aún en la oposición legislativa para garantizar su vacancía, como se llama a la destitución presidencial aprobada por ese pleno.
"Hay que construir consensos apelando al diálogo. Nosotros tenemos que afrontar juntos todos los males, todos somos peruanos y si queremos al Perú, queremos a su gente. Tenemos que consensuar para superar esos males", pidió el nuevo primer ministro o jefe del gabinete de Castillo, Torres, quien fue designado hace un mes para reemplazar a Héctor Valer, quien renunció la misma semana que asumió el cargo tras ser fuertemente cuestionado por haber agredido a su esposa e hija años atrás.