A tan solo 40 días de haber asumido como primera ministra británica, la posición en el poder de Liz Truss es cada vez más débil y resuenan varios candidatos para su reemplazo, en medio del profundo malestar en el Partido Conservador que debate por estas horas si deben destituirla lo antes posible.
La presión sobre la líder británica se produce luego que su plan económico presentado por su exministro de Finanzas, el ultraliberal Kwasi Kwarteng, que incluía importantes ayudas públicas y recortes de impuestos, pero que no incluía nada para financiarlo más allá de engordar la ya muy abultada deuda pública, provocara la volatilidad en los mercados financieros.
Tras esa reacción, Kwarteng fue despedido y su reemplazante, el exministro de Salud, Jeremy Hunt, no solo dio marcha atrás con el paquete de medidas, sino que además anunció una suba de impuestos y recortes en el gasto público, generando aún más el descontento en la población.
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Según la prensa británica, mientras el opositor Partido Laborista llama a una nueva elección general, entre los conservadores ya se instalaron los nombres de tres candidatos para sustituirla.
Entre ellos figura Rishi Sunak, exministro de Finanzas y también candidato a líder del partido, que mientras estaba en esa carrera por ser jefe de la fuerza, alertó que el plan de recortes de impuestos de Truss podría poner a la economía en peligro.
El cambio de sentido fiscal tras la salida de Kwarteng significó que el Gobierno actual optara por seguir con los planes de Sunak, quien era el favorito entre los parlamentarios en la carrera por el liderazgo.
Penny Mordaunt, encargada de las relaciones con el Parlamento en la Cámara de los Comunes, es otra favorita para reemplazar a la actual premier.
En un artículo publicado ayer en el diario Telegraph, Mordaunt pidió a sus colegas del partido que respaldaran a la primera ministra.
Eso es en lo que todos deberíamos centrarnos ahora. Se necesita pragmatismo y trabajo en equipo. Necesita que trabajemos con la primera ministra y su nuevo ministro de Finanzas. Nos necesita a todos. Nuestro país necesita estabilidad, no una telenovela, dijo.
En tercer lugar, como reemplazo potencial de Truss se encuentra el ministro de Defensa, Ben Wallace.
Wallace, que también es el preferido en las casas de apuestas, es un ministro muy respetado por el papel que está desempeñando en el apoyo del Reino Unido a Ucrania en medio de la guerra con Rusia.
Mientras tanto, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, sugirió que un gobierno comandado por su fuerza aseguraría la economía y denunció una crisis conservadora hecha en Downing Street.
Han tenido cuatro ministros de Finanzas en cuatro meses. Ahora estamos teniendo una discusión abierta sobre si van a tener un nuevo cambio de primer ministro: tres primeros ministros en tres años, afirmó.
Hoy, el ministro de las Fuerzas Armadas, James Heappey, aseguró que todo el gabinete fue responsable de dar luz verde al minipresupuesto impulsado por Kwarteng que generó tantas turbulencias financieras.
Hablando en un programa de la cadena de televisión Sky News, Heappey agregó que "no había espacio" para que Truss cometiera más errores en el Gobierno, pero insistió en que todo el gabinete estuvo de acuerdo antes de que fuera presentado a la Cámara de los Comunes.
El funcionario, quien también se disculpó y dijo que estaba arrepentido por el plan económico, subrayó que el error fue que el Gobierno "actuó demasiado rápido y demasiado pronto", mezclado con un escenario económico cambiante a nivel internacional.
Con información de Télam