Las autoridades del estado Ohio, en Estados Unidos, informaron hoy que pospusieron la ejecución de un hombre condenado a muerte hace más de 30 años, que estaba prevista para el 16 de noviembre próximo, por falta de inyecciones letales.
"La nueva fecha para la ejecución pasó al 13 de enero de 2027", señaló un comunicado del gobernador de Ohio, Mike DeWine.
El mandatario explicó que basó su decisión en "los problemas de la voluntad de los proveedores farmacéuticos para proporcionar drogas al Departamento de Rehabilitación y Corrección de Ohio".
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En abril pasado, DeWine ya había pospuesto hasta 2026, por las mismas razones, las ejecuciones previstas para agosto, septiembre y octubre de este año.
Un creciente número de empresas farmacéuticas se niega a fabricar la inyección letal que se administra a los condenados a muerte.
Keith LaMar, de 54 años, fue condenado a la pena capital por el homicidio de cinco compañeros y un guardia que murieron en un motín en abril de 1993 en la cárcel donde ya cumplía una condena, en un juicio que, según él, estuvo salpicado de irregularidades como la destrucción de pruebas y la ocultación de información exculpatoria.
Este afroamericano, que siempre negó su culpabilidad en la muerte de los reclusos, lleva tres décadas aguardando su ejecución y la mayor parte del tiempo lo pasó en aislamiento en una cárcel de máxima seguridad de Ohio.
"Tres años pueden pasar en un cerrar de ojos, por lo que redoblemos nuestros esfuerzos, energía para resolver hasta el final esta locura de una vez por todas", dijo LaMar en un mensaje enviado a la agencia de noticias AFP, en el que agradeció a aquellos que lo apoyaron y lo llenan de "fe y la creencia de que las mejores cosas son todavía posibles".
En la cárcel desde los 19 años por el homicidio de un viejo amigo por una disputa de drogas, en la década de 1980, LaMar asegura que tras el motín, las autoridades carcelarias le pidieron que delatara a los responsables, a cambio de una reducción de condena, a lo que se negó.
LaMar, que escribió un libro donde contó su historia y reafirmó su inocencia, sigue luchando para que se reabra su caso y tener un juicio justo.
"Cuando eres pobre, negro en un país racista, somos pobres condenados", dijo en una entrevista el año pasado desde el llamado "corredor de la muerte".
Además de un equipo de abogados que trata de reabrir el caso, un grupo de músicos de jazz lanzaron una campaña para exigir "Justicia para Keith LaMar".
Desde el teléfono en la cárcel, LaMar grabó un disco con la banda del español Albert Marqués, y participó en los numerosos conciertos que dieron en países como España, Francia, Chile y en varias ciudades de Estados Unidos, como uno más del grupo.
"Sigamos pidiendo justicia, estamos casi ahí", diijo LaMar.
Con información de Télam